All is fair in the game called love [TRADUCCION]

Capítulo 13: Sorprendentes OWL y material escolar

La autora de Harry Potter es J.K. Rowling

La autora de esta obra es SasuNarufan13, esta obra NO es mía solo me encargo de traducirla con el permiso de autora. No se permiten adaptaciones.

Los días posteriores al accidente, Harry descubrió algo, los Malfoy eran extremos en su preocupación. A pesar de que Harry se lo aseguraba a Draco una y otra vez, el chico rubio insistía en revisar la cabeza de Harry todas las mañanas. Y todas las mañanas le preguntaba lo mismo: "¿Te duele la cabeza?".

Harry tenía que responder "no" cada vez. Los únicos dolores de cabeza que había experimentado, fue después del accidente y cuando se despertó a la mañana siguiente. Ese último dolor de cabeza no tenía nada que ver con el accidente, sino más bien con el hecho de que Sirius y la señora Weasley habían estado discutiendo... otra vez. Por alguna razón, este verano no se llevaban bien.

Flashback

Draco y Harry enarcaron las cejas cuando oyeron que las voces de Sirius y la señora Weasley se hacían más fuertes. Era imposible dormir con aquello, así que Harry sugirió "¿Te apetece comprobar qué pasa abajo?".

"Sí, me gustaría saber por qué discuten ahora". Draco hizo una mueca cuando la voz de la señora Weasley subió un tono. "Ahora sé de dónde saca Weasley su carácter gritón", murmuró.

Pasaron por delante de la habitación de Ron y oyeron sus fuertes ronquidos.

"No entiendo cómo puede dormir así, pero supongo que no debería sorprenderme", murmuró Harry.

Draco enarcó una ceja, pero no hizo ningún comentario.

"Amo Harry, espérenos". Harry oyó que Garin siseaba. Harry se detuvo y se dio la vuelta. Draco, que no se lo había esperado, siguió caminando hasta que ya no sintió el calor corporal de Harry.

"¿Harry?", preguntó.

"Sí, lo siento, Garin quería que lo llevara", explicó Harry mientras Garin se acomodaba en su cuello. Sus dos gatas, Rubí y Sapphire, le miraban desde detrás de las piernas y ronroneaban.

Los dos chicos y las mascotas bajaron sigilosamente las escaleras, ahora bastante limpias, y se detuvieron justo delante de la cocina. La puerta de la cocina no estaba cerrada; aún había una rendija. Draco y Harry se asomaron por la rendija. No había mucha gente en la cocina; sólo Remus, Sirius, Tonks y la señora Weasley.

" ¡Deja de culpar a Ginny! Esa pobre chica..." Despotricó la señora Weasley.

"¿Pobre chica? Su hija fue la razón por la que Harry tuvo un accidente!". siseó Sirius.

"¿Disculpa? ¿Quién dijo que fue culpa de Ginny? ¿Ha pensado en la posibilidad de que Harry no sea un buen conductor?". gruñó la señora Weasley.

"¡Qué! ¡Harry es un excelente conductor! Fue la Pygmy Puff de su hija la que hizo que Harry se desviara y resbalara". gruñó Sirius.