🌞 Inicios 🌞

460 32 6
                                    

- Giyuu -dijo moviendo un poco a su pareja que yacía dormido- Ya me voy a trabajar, volveré algo tarde.
- Mmm... Está bien -respondió poco consiente, aún estaba dormido.
- Bien, descansa, lo necesitas.

El pelinegro observó a su pareja irse, ¿estaría molesto con él? ¿o triste?
Ya había pasado casi dos semanas desde el aborto espontáneo qué tuvo, y se habían distanciado un poco, no porque Sabito quisiera, sino que Giyuu no quería ser ayudado, o más bien no quería ser sobreprotegido por su pareja.

Se sentía inútil y adolorido, solo quería tirarse en la cama a llorar por horas, la culpa lo invadía. Todo le hacía pensar que era su culpa, qué no se había cuidado bien.

Kamado había querido visitarlo en más de una ocasión, sin embargo, siempre que iba Giyuu no quería visitas y se lo hacía saber a través de Sabito.

Él solo se estaba aislando, temía ser juzgado, todo este tiempo no había querido ver a nadie, ni siquiera su hija. Y el contacto con Sabito, era muy poco ya que el pelinegro se irritaba con facilidad. Su esposo estaba agotado y triste, tanto como él, no era sano dejarlo solo, cuando tantas veces el hombre estuvo para él.

'No puedo seguir así. Tengo que levantarme, volver a ser yo.' pensó. Miró al techo y suspiró, tomó algo de fuerza y se levantó con dificultad y suspiró estando sentado, se colocó las pantuflas y se dirigió al baño.
Cuando se miró en el espejo se sintió tan... Horrible. Se miró con cansancio y sus ojos se llenaron de lágrimas y cubrió su rostro demacrado. Tomó aire y agarro su pasta de dientes, comenzando a cepillarse, luego se lavó el rostro y se metió a la ducha.
Despues de unos minutos en la regadera, salió envuelto en una bata y se dirigió al closet de su habitación. Tomo sus prendas y se cambió rápidamente, tomo un peine y se hizo una coleta, observando qué su cabello ya había crecido más de lo que le gustaba, tal vez podía ir a recortarselo más tarde. Tomo aire, y abrió la puerta de su habitación, Lyan no estaba. Que alivio, no quería que su hija lo viera así, casi dos semanas sin ver a su pequeña, por su dolor.

Camino por la casa, notando qué estaba limpia y ordenada, todo bien. Ingreso al cuarto de Lyan y vió la cama desatendida, ingreso y limpio un poco la pieza de la pequeña. Al hacerlo, raramente, se sintió mejor y suspiro aliviado. Fue a la cocina y decidió que cocinaría. Haría la comida favorita de su esposo. Sonrió un poco al ver la notita qué Sabito colocó en la refrigeradora para Lyan.

'Mi vida, ya me voy al trabajo, ve a la escuela, y regresa con cuidado. Vendré a las 3, te daré de almorzar, suerte con tu día mi pequeña mapache, te ama papá.'

Recordó como es que le empezaron a decir 'mapache' a Lyan, apodo qué solía avergonzarla cuando sus padres lo usaban delante de otras personas, o en las reuniones con sus tíos. Tenía recuerdos tan bellos con su familia.

Suspiró y comenzó a preparar el almuerzo, no le gustaba mucho el silencio, por lo cuál prendió el televisor y mientras preparaba la comida, escuchaba un poco de las noticias. Al cabo de una hora había terminado y dejo la olla enfriar.

Se dirigió a la lavandería y comenzó a lavar la ropa de su hija y esposo. La repartió en dos tachos y luego comenzó a colgar la ropa en la parte del patio interno qué había. A pesar del sol que había, corría algo de aire, por lo cuál cerro la puerta corrediza y se metió al hogar.

Reviso su celular y ya eran las 12 pm. Caminó hacía el balcón de su habitación y comenzó a observar un poco la calle. Suspiro y sacó su celular, enviándole un mensaje a Tanjiro.

CHAT: Tanjiro Kamado

Jueves - 9 am
- ¡Espero se recupere pronto, Giyuu!

Padres - Kimetsu no Yaiba / OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora