extra 5- SEHNSUCHT.

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"Un intenso anhelo por algo lejano e indefinible"

Habían pasado ya muchos años desde que los 3 se habían graduado y solo unos pocos desde que decidieron vivir juntos como una pareja algo dispareja.

Shoto jamás hubiera imaginado que estaría aquí algún día, y no habla de precisamente aquí en un supermercado haciendo compras para su casa (que eso también era algo nuevo SU casa).

Pero hablaba de estar aquí, con dos alfas como pareja, con padres amorosos que se preocupaban aún por él y trataban de visitarlo al menos una vez a la semana y teniendo una hermana con la cuál sería inseparable.

Y aunque durante sus años de adolescencia el solo pensamiento de un mejor futuro lo mantuvo a flote durante días, secretamente siempre pensó que solo era una ilusión para sí mismo.

-Vamos Shoto no te quedes atrás- Katsuki y Izuku estaban unos pasos al frente, se suponía que esto era una actividad de pareja que todos se comprometieron a realizar.

Y Shoto no mentiría, al inicio fue difícil adaptarse, y aún había días en que el oler a sus alfas podía llevarlo a un ataque de pánico, y sobre todo el contacto...físico.

No es que no tuvieran sexo o que no se hubieran unido ya, pero Shoto todavía necesitaba mentalizarse durante días, para soportar estar desnudo con otras personas.

- No compremos eso imbécil- Katsuki saco las tres cajas de galletas que Izuku había metido, Katsuki era un apasionado de la comida saludable mientras que él y Izuku eran más propensos a la comida azucarada.

- Vamos Kacchan, ya llevamos ese yogurt insípido que te gusta- señaló el contenedor con mucho desagrado.

Shoto no les presto mucha atención, sabía que a ambos alfas les gustaba discutir por cosas sin sentido, era como una forma rara de demostrar amor.

Y esa era otra de las cosas que los tres tuvieron que adaptarse, Katsuki solía gritar mucho y maldecir mucho más, y aunque había tratado de controlarse con los años y más al verlo estremecerse con los gritos poco a poco todos aceptaron que Katsuki tenía una forma explosiva de demostrar amor o preocupación, pero nunca violenta.

De hecho, de los 3 Katsuki era el que más mantenía la calma en discusiones, en una discusión Katsuki no gritaba ni maldecía, se mantenía completamente tranquilo, eso era algo que Shoto amaba y apreciaba siempre.

Mientras que Izuku tenía una forma más simple de demostrar amor, y no le gustaban las discusiones, pero también fue una batalla el hablar de sus sentimientos de inferioridad o cuando comenzaba a sentirse deprimido.

Eso fue algo que a él le sorprendió, Izuku solía tener muchos momentos de depresión, momentos dónde solo podía quedarse acostado y salía a trabajar por pura fuerza de voluntad, y también dónde lo más preocupante era que no llorara, Izuku tenía una facilidad por llorar por cualquier cosa y cuando no lo hacía solía preocuparlos.

Y Shoto debía de aceptar que él había sido el que más se le complicó adaptarse, tenía muchos problemas, y abrirse y contárselos fue una de las cosas más difíciles que ha tenido que hacer, pero como Izuku decía era dar pasos de bebé.

Que, hablando de bebés, Shoto no podía despegar la mirada de un niño de no más de dos años con mucho cabello negro y grandes ojos azules que caminaba como un pingüino detrás de su padre.

Shoto se había alejado de sus alfas a el pasillo de los cereales una nueva obsesión, y ahí vio a la pequeña familia, y no pudo evitar sentir un anhelo y deseo de cargar al bebé, y los miro fijamente hasta que desaparecieron den pasillo.

-Shochan tienes lo que quieres- la voz suave de Izuku lo saco de su pequeño trance, vio sus manos con dos cajas de cereales diferentes.

Solo asintió y camino hacia Katsuki, dejando sus cereales en el carrito, y secretamente estaba esperando el regaño de Katsuki.

- Ni lo creas Shoto, esas cosas tienen demasiada azúcar, cambia uno- Katsuki no hablaba en serio, pero era un hábito regañar a sus parejas por sus malos hábitos alimenticios.

- Pero Izuku lleva tres cajas de galletas- se quejó con una ligera sonrisa.

- Él es un idiota sin ningún gusto por la comida saludable- y aunque Katsuki se quejaba solo seguía caminando rumbo a las cajas, sabía que nunca obligaría a Shoto a dejar ningún tipo de alimento.

-Eso es mentira, soy muy saludable, ¿verdad Shouchan?- Izuku camino a su alrededor, pero antes de que pudiera contestarle, vio al mismo niño a unas cajas de la suya, y no pudo evitar mirar como el padre lo cargaba arriba de sus hombros haciéndolo reír.

Sintió un extraño calor en su pecho, sus manos hormigueaban con ganas de cargar al niño, era toda esa pequeña cara de felicidad la que quería ver durante horas, sin darse cuenta sus alfas veían a la misma dirección.

-¿Estas bien Shoto?- Katsuki no quería incomodar a Shoto, y mucho menos hacer que volviera a cerrarse .

-Si- aparto la mirada con pesar, pero las caras sonrientes de sus alfas aliviaron un poco su alma.

-

La llegada a casa fue mucho más rápida de lo usual, y acomodar todas sus compras fue cansado pero las pláticas flojas y las risas aligeraron el ambiente, Shoto todavía pensaba en el niño y solo quería hablarle a sus papás y desahogarse con ellos.

-Shouchan, ven- Izuku tomo su mano guiándolo a el comedor, ambos alfas habían tenido una pequeña conversación silenciosa y decidieron hablar de lo que tenía pensando tanto a su omega.

-Shoto, ¿hay algo que te molesta? - Shoto los miro por un largo momento, pensando si era buena idea hablarles de lo que pensaba, pero debía escuchar el consejo de su papá, la comunicación en pareja.

-Yo... pienso en algo- miro sus manos con preocupación.

-¿Quieres decirnos que es?- Izuku tomo sus manos con cariño.

-Había un niño en el supermercado y solo podía pensar en....sostenerlo- lo último lo susurro con pena y vergüenza, observo como ambos alfas se miraron por largos segundos.

-Shoto, tu... ¿has pensado en querer hijos? - esa pregunta lo sorprendió y por un momento estuvo a punto de negarlo, pero si lo pensaba desde ese enfoque, tal vez si quería hijos.

-¿No se?- tenía dudas, en sus largas sesiones con su psicóloga nunca había tocado el tema de hijos y crianzas y el cómo mamá.

- No queremos presionarte Shouchan, pero si en algún momento quisieras tener esa conversación, ninguno nos negaremos a la idea de tener hijos- el aroma a calma y comodidad de sus alfas lo tranquilizo.

Debe hablarlo con sus padres, con su psicóloga y psiquiatra, tenía que sobre todo hablarlo con el mismo, pero sabia en el fondo que ese deseo de hijos no era nuevo.

-Si, me gustaría hablar de tener hijos- los tres sonrieron con entusiasmo.

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(Otro pequeño extra para aligerar el pasado, espero que estén bien y como siempre gracias por leer, por comentar y por sus estrellas, nos leemos en otro extra, incluso acepto sugerencias de algo que quieran que escriba)

(Otro pequeño extra para aligerar el pasado, espero que estén bien y como siempre gracias por leer, por comentar y por sus estrellas, nos leemos en otro extra, incluso acepto sugerencias de algo que quieran que escriba)

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La vida sin mi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora