CAPITULO | 4

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Narra _______________

Estaba sumergida en mis pensamientos.

Mamá necesitaba su próxima quimioterapia, pero estaba escaso el tratamiento y deben traerlo del extranjero. Aun no tengo toda la cantidad de dinero que se necesita para pedirlo, hace una semana, mamá necesito plaquetas, el Doctor me dijo que el cáncer ha llegado a su hígado desmoronándolo, me lleno de profunda tristeza saber eso y tuve que tomar dinero de su quimio para pagar por sus plaquetas.

Se que tengo el dinero, he estado ahorrando para la universidad y sé que puedo transferirlos, pero mamá no estará de acuerdo. Si tan solo se enterara de todos los gastos hospitalarios que se han hecho y se deben hacer, me pediría de nuevo, que ya no haga nada por ella y eso me rompe el corazón, no sabe cuánto me duele que me diga eso, y eso me frustra, me frustra mucho, yo la quiero a ella sin importar que, y me duele, me duele no poder tener todo el dinero que se necesita, siempre es así, es tan doloroso y horrible, es como si te clavaran una daga en el pecho, cuando te dicen algo así.

"Tu madre necesita esta medicina y el seguro no la cubre"

Dong-Yu y Zami, me apoyan mucho, pero ahora que viven solos, Zami estudia medicina y mi Dong-Yu solventa todos los gastos de su casa, así que procuro no preocuparlos.

Es tan frustrante, amo tanto a mamá, no es siquiera una opción para mí, dejarla a la deriva, aunque ella siempre me lo pide.

Quisiera decirle.

¡No me digas eso mamá! ¡Me duele!

Y de paso este estúpido mueble, que no se mueve.

- ¡AAH!, esta tan pesado. -Grite enojada y llena de frustración. -Por favor muévete estúpido mueble. -Sentí que perdía fuerza y a mi garganta se le hacia un nudo enorme que se conectaba con las lágrimas acumuladas en mis ojos amenazando con salir sin control, pero quería moverlo.

No puedo con este estúpido mueble, no puedo con nada. Pensaba y aunque empujé tan fuerte como pude, fue inútil.

- ¡NO PUEDO! -Grite y de pronto el mueble se movió, pero mientras mis lagrimas escurrían por mis mejillas, observe lo imposible.

- ¿Jeong? -Dije en un hilo de voz entrecortada, observando como acomodaba el enorme y pesado mueble.

- ¿Eres estúpida? ¿¡Como se te ocurre que puedes mover esto sola!? -Exclamo de nuevo, aparentemente enojado, pero realmente yo no sabía porque, así que solo lo observe así, parada, completamente paralizada, con lágrimas escurriendo por mis mejillas, mis labios completamente secos y con un escalofrió en el cuerpo amenazando con electrocutarme.

- ¡Oye! -Exclamo de nuevo, pero ahora había cambiado su semblante enojado, por uno de preocupación o algo así, realmente es indescifrable este hombre.

Por fin sentí como perdí la fuerza en mis piernas y lo siguiente fue que me tomo de la cintura, puso una mano en mi mejilla y me sentó en un sillón a unos pasos de mí, se arrodillo frente a mí y me miro preocupado.

- ¡Ey! ¡Rata!, Mhmm, ______________. -Me miro consternado y arrepentido por llamarme así. - ¿Estas bien?

El seguía preguntando y de pronto volví a mí, puse mis manos en mi rostro y me solté en llanto poniendo mis codos sobre mis rodillas, sentía como el palmeaba mi espalda con delicadeza.

Esperó a que me calmara y me dijo tiernamente.

- ¡Ey! -Levantó mi rostro con una de sus manos delicadamente, lo mire y de pronto él sonrió.

Dentro de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora