CAPITULO | 15

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Taehkyong

- ¡Mucha suerte!, hijo, aunque recuerda que eres el orgullo de la familia, no querrás defraudar a tu abuelo si pierdes. -Soltó mamá sin importarle la presión que sentía.

Solo asentí con la cabeza sin ninguna expresión en mi rostro. Sentí un nudo en la garganta, pero me lo trague tan rápido, que mi pecho sintió la presión y como siempre, lo ignoro todo lo que puedo.

Estaba a punto de salir a la competencia y me dirigía al establo, sabía que Negro se siente igual de nervioso que yo, es un muy buen caballo solo espero que todo salga bien. Un mensaje de texto me saco de mis pensamientos.

Princesa

Todo saldrá perfecto. Para mí, tu y Negro son los mejores...

No pude evitar sonreír, sé que delante de otras personas no muestro mucho mi cariño hacia _____________, pero juro que ella es una luz en mi vida.

Princesa

Todo saldrá perfecto. Para mí, tu y negro son los mejores...

-No me dejes solo, quiero verte aquí.

Le respondí y guardé mi teléfono.

-Hola Negro, Dice mi princesa que lo haremos perfecto. -Negro relinchaba como si realmente comprendiera lo que le decía, sabía que a él también le daba paz tenerla cerca.

|....|

Habíamos pasado todas las pruebas de velocidad con éxito, íbamos de primero por lo que mis contrincantes me miraban con odio, y no es de admirarse, todos aquí somos de familias muy adineradas, la perfección debía ser siempre el lema de cada familia aquí, algo de lo que estaba completamente agotado.

Una vez __________ me dijo...

"Lo único perfecto en este mundo, son nuestras imperfecciones, que nos hacen perfectamente diferentes entre los demás".

y

"Todo lo que no es igual, es perfecto".

Ella siempre dice eso, sabe cuánto me exijo, aunque no se lo diga, así fue que le tome cariño, yo no le hablaba, incluso la ignoraba, me parecía patética y además de eso, pensaba en su pobreza, para mí solo eso era, pero un día me encontró en el establo gritándole a Negro y pegándole con la fusta, ella iba asear el establo y se encontró con mi peor versión.

Solo se acercó y yo la mire sin decir nada. Poco a poco me quito la fusta de la mano y acarició mi otra mano, como impulso la abrace, ella no hacía nada solo se paralizo, tampoco lo esperaba.

- ¿Quieres contarme? -Susurro sobre mi pecho, sin más la solté bruscamente y me fui sin decir nada.

Nunca dejé de pensar en eso y comencé a preocuparme por ella. La esperaba a que llegara del trabajo cada día detrás de mi ventana, siempre ponía comida en su mesa, comencé a visitar a su madre en el hospital y eso fue ablandando mi corazón.

Siempre soy el mismo, no sé cómo no ser una persona fría, sin emociones, ni expresiones, pero sé que ella me hace sentir feliz.

Cabalgaba, pero Negro estaba ansioso, podía sentirlo ya que me costaba controlarlo, íbamos brincando obstáculo por obstáculo, el reloj marcaba buen tiempo, pero al voltear a las gradas, estaba mi madre sin expresión alguna, incluso parecía estar enojada, mi padre me miraba emocionado, incluso aplaudía y gritaba.

Dentro de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora