Jungseok
Hoy había sido un buen día, sonreía como un idiota mientras conducía de vuelta a casa, incluso deje pasar una ancianita gruñona en un semáforo en verde e hice que otros autos se pararan utilizando el poder de mi mirada intimidante provocando un trafico del infierno gracias a que la abuelita en lugar de decirnos gracias, nos grito "Bola de inútiles", pero.... a quien le importa, ella esta conmigo otra vez y eso me hace muy feliz. La verdad es que sé que debo esforzarme mucho y por ahora no somos nada, pero....... siento que ya he recuperado un poco de su confianza, no quiero arruinarlo.
-¿Y esa sonrisa?-Pregunto mi abuela sonriendo aun ya sabiendo la respuesta. -Esa sonrisa tiene nombre y uno muy hermoso por cierto.-Concluyo.
-¿Que?, ¿No puedo sonreír?-Recrimine, pero era verdad, no podía dejar de hacerlo.
-Cuéntame, Sokie, ¿Si?, si, si, si.-Me rogo Ji.
-No.-Dije sonriendo.
-Anda ¿Si?-Decía Ji y al ver que negaba con la cabeza, comenzó a picarme las costillas, me levante de la silla para hacerle cosquillas también, pero ella corrió hasta el jardín, así que la perseguí por todo el patio.
-¡Pulga ven aquí!-Gritaba. La abuela solo se reía de nosotros.
-¡No!-Gritaba Ji entre risas.
Termine atrapándola, le hice cosquillas hasta que caímos al pasto y empezamos a jugar, ambos soltábamos fuertes carcajadas hasta que caímos rendidos entre risas sobre el pasto.
Pase la tarde con ellas. Comimos juntos e incluso las lleve al centro comercial, compramos helado, entramos al cine y me hicieron meterme con ellas a miles de tiendas, así que termine cargando todo lo que compraron. De regreso a casa fuimos al restaurante favorito de Ji y pedimos postre dos veces. Amaba verlas reír, aunque la razón de esa risa y la burla que me hicieron toda la tarde sea yo.
Teníamos poco de haber regresado a casa, a pesar de todo lo que hicimos en el día, no me sentía en lo absoluto cansado.
Me duche, me puse pijama y me acosté, estaba leyendo cuando escuche unos toques en la puerta.
-Sokie, ¿Ya te dormiste?-Pregunto Ji de manera tierna mientras entraba a la habitación, negué y me quite los lentes dejándolos sobre la mesita de noche junto con el libro.-¿Puedo dormir contigo.-Asentí con una sonrisa y abrí mis brazos, ella corrió, se subió a la cama y se acurruco en mi pecho, nos cubrí con las sabanas y el edredón, apague la luz de la mesita de noche y cerré los ojos.
-Quiero conocerla.
-¡Mhmm!
-Quiero conocer a la chica que me devolvió a mi hermano.-Escuchar eso hizo que se formara un nudo en mi garganta.
-¿Porque dices eso?
-Hacia mucho que ya no sonreías, ni siquiera comíamos juntos. Siempre que venia de vacaciones, tu..... solo estabas en tu mundo, apenas y me dedicabas un poco de tiempo, pero hoy fue diferente, tu me mirabas con ternura como cuando éramos pequeños, incluso hice que te probaras una blusa solo para ver si me gustaba.
-Basta, si dices eso alguna vez, te asesino.-Dije por lo que ambos reímos.
-No te quejes, incluso con esa blusa las chicas de la tienda coqueteaban contigo.-Reímos de nuevo.-¿Ella es linda?-Solté un profundo suspiro solo de pensar en ella.-¡Wow! si que lo es.-Formo una dulce sonrisa.
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Dentro de ti
RomanceNo podía pensar en nada mas, solo en ella gimiendo mi nombre, mientras yo tomaba con fuerza su diminuta cintura con una de mis manos, mientras que la otra me temblaba, la subí a su rostro, quería acariciarla, me acerque a su oído y le susurre.... ...