CAPITULO | 25

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Poco a poco abrí los ojos, apague la alarma de mi teléfono y me levante con cuidado, mi pie aun dolía, incluso creo que un poco mas que ayer, me tome la píldora que dejo Zami en la mesita de noche con el agua y me fui a duchar.

Cuando salí de la ducha, me puse el uniforme, peine mi cabello y me senté en la cama, puse un poco de ungüento en el gran hematoma de mi tobillo, luego puse el vendaje y subí con cuidado la media escolar.

Escuche unos toques en la puerta.

-Pasa.-Dije amablemente y se dejo ver un Dong-Yu ya arreglado.

-¿Lista pequeñita?-Asentí con una sonrisa.-Vamos, te ayudo a bajar las escaleras.

-Gracias.-Dije dulce, mi hermano me cargo como a una princesa y bajamos las escaleras.

-¿Como te sientes hoy?-Se veía preocupado.

-Me siento mejor, gracias por preocuparte.-Le sonrei.

-Pequeñita no digas eso, claro que me preocupo por ti.-Dijo un poco molesto, suspire tímida y asentí, me bajo con cuidado al final de la escalera y me ofreció su brazo para sostenerme.

-¿Como te sientes, peque?-Pregunto Zami apenas nos vio entrar a la cocina.

-Mucho mejor, muchas gracias.

-No hay de que, bonita, ¿Tomaste la píldora que deje en tu mesita de noche?-Asentí con una sonrisa.

-Huele delicioso.-Dije dulce, la verdad tenia mucha hambre.

-Espero que lo este.-Dijo Zami haciéndonos reír, Dong-Yu leía el diario en su tableta mientras se tomaba un cafe y nosotras poníamos la mesa.-Ten cuidado linda, no hagas mucho esfuerzo.-Me pidio preocupada y yo asentí poniendo los platos en la mesa.

-Ni se te ocurra asear la casa, el fin de semana viene el personal de limpieza.-Me dijo Dong-Yu serio y yo asentí.

Luego de desayunar, tomamos nuestras cosas y salimos de departamento.

Dong-Yu  me cargo en su espalda y bajamos las escaleras hasta el estacionamiento.

-Ya decía yo que alguien debía obligarte a hacer un poco de ejercicio.-Le dijo Zami a Dong-Yu haciendo que este la mirara mal, mientras que nosotras reímos.

-Lo siento mucho, Dong-Yu.-Dije avergonzada, me sentía mal porque siempre bajaban las escaleras conmigo, me frustraba mucho no poder usar el elevador.

-No te disculpes linda, Zami On es un poco ocurrente.-Dijo el antes mencionado y Zami sonrió dulce, el resto del trayecto fueron risas, Zami nos hacia reír demasiado, la verdad es que Zami ama molestar a Dong-Yu.

 Él sale todas las mañanas muy temprano a correr, regresa y se arregla para el trabajo.

Todos subimos al auto, primero dejaríamos a Zami en el hospital y después me dejaría Dong-Yu en la escuela.

Y así fue, en menos de treinta minutos ya estábamos frente al instituto.

-Muchas gracias.-Dije antes de bajarme del auto.

-Mas tarde vendré por ti, pequeñita.-Afirmo y asentí.-Cuídate mucho, si sucede algo o te lastimas, llámame y vendré por ti inmediatamente.-Dijo preocupado por lo que le sonrei dulce.

-Lo hare.-Dije amablemente, me baje del auto y entre a la escuela canjeando, todos me miraban, comencé a sentirme incomoda, pero continúe mi trayecto, durante este podía escuchar los murmullos de siempre, solo que ahora un poco diferentes.

"Una rata coja"

 "La maldita ratita esta lastimada...... oww".

-¡Amiga!-Grito Ha Na y corrió hacia mi, me ofreció su brazo y lo tome para sostenerme.-¿Como esta tu piecito hoy?-Pregunto preocupada.

Dentro de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora