CAPITULO | 23

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-Buenos días.-Escuche esa voz que adoro tanto, en la puerta de mi habitación, voltee de pronto y corrí a abrazarla.

-¡Ji!, ¿Cómo estas?-La abrazaba con cariño y ella estaba asfixiándome.

-Hola bobito.-Decía mientras me ahorcaba eufórica.-Te extrañe tanto.

-Ji, me asfixias.-Dije entre risas, luego de unos segundos me soltó.-¿Porque estas aquí? y la universidad.-Pregunte intrigado, ella solo sonrió dulce.

-Estoy de vacaciones, regreso en dos meses y pensé en pasarlos con mi hermanito, como en los viejos tiempos.-Dijo feliz y yo le sonrei igual, la tome delicadamente de su cabeza, la acerque a mi y bese su frente.

-Estoy feliz de verte, pulguita.-Dije con una tierna sonrisa.

Bajamos las escaleras bromeando, pero al llegar a la sala mi padre se levanto del sofá y nos observo enojado.

-Espero ver el día en el que maduren y se comporten como adultos, ustedes dos.

-Papá, también te extrañe.-Dijo Ji y mi padre parecía que quería asesinarla con la mirada, Ji logro intimidarse y bajo su mirada al suelo. 

No había nada que me molestara mas que ver a una mujer siendo intimidada por un hombre, en especial las mujeres que conocía.

-No entiendo cual es tu maldito problema, pareciera que lo único que quieres, es hacer que desaparezca de nuestras vidas Eun-Ji.-Dije completamente enojado.

Mi padre se acerco a mi y me tomo del cuello de la camisa, pero a mi no me intimidaba y él lo sabia bien. Ya no le tenia miedo, mucho menos respeto. Si me pone una mano encima, recibirá lo mismo, y se que puede verlo en mis ojos.

-Basta, Seokie, deja a papá.- Ji trataba de alejarme. Papá desvió su mirada, luego soltó una risa amarga.

-No me retes Jeong Jungseok, porque todo lo que tienes es gracias a mi, no te conviene ponerte en una situación difícil.-Replico sarcástico alejándose de nosotros.

-¿Gracias a ti o a mamá?-Objete y mi padre detuvo su paso directo a la cocina.

-¿Que dijiste?-Pregunto furioso, por lo que  yo reí con ironía.

-Que yo recuerde, Tu tampoco fueras nada sin mamá.-Lo próximo que sentí fue mi mejilla ardiendo, mi padre me puso de nuevo la mano encima, levante lentamente la mirada hasta llegar a la suya, este se puso pálido al ver mis ojos.

 Sabia perfectamente lo que veía en ellos.

-A...... A mi me respetas.-Titubeó mi padre, lo tome del cuello furioso,  por lo que palideció y comenzó a temblar.

-Seokie, ¡Seokie!, ¡SUELTALO!-Ji intentaba que me alejara.

-El respeto se gana Jeong  Sok y tu careces de méritos.-Se escucho una voz acercándose desde el jardín hasta el lobby.

-Abue........-Dijo Ji casi inaudible.

-Suelta a tu padre, Jungseok.-Dijo la abuela y poco a poco lo fui soltando.

-Ja'. Gracias a usted, estos dos siguen siendo unos buenos para nada malcriados.-Recrimino mi padre a la abuela, haciendo que de nuevo mi sangre ardiera, quise golpear a mi padre, pero mi abuela me detuvo con su bastón, me observo y asintió.

-Tu nunca has tenido los pantalones para criar como se debe a tu familia, así que alguien mas tuvo que hacerlo, si no te gusta como son estos malcriados, la puerta esta enorme Jeong.-Papá solo rio ladino al escuchar las palabras de la abuela, no dijo mas y se metió a la cocina como el cobarde que es.

Dentro de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora