Capítulo 32

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Cuando Chan abrió los ojos notó que no había nadie a su lado en la cama, lo que lo confundió un poco. ¿A dónde estaba Seungmin?

Se sentó y adormilado buscó sus cosas por el cuarto pero cuando escuchó el sonido de la ducha, soltó un suspiro de alivio. Seungmin estaba bañándose... o terminando de bañarse, porque de un segundo para el otro no escuchó más el agua caer.

Cinco minutos después, una cabellera castaña y húmeda salía del baño con una camiseta y en ropa interior.

—Eso es mío —frunció su ceño al notar que Seungmin estaba usando una de sus camisetas.

—Lo sé —respondió con indiferencia, comenzando a secar su cabello.

—¿De dónde la sacaste?

—De tu maleta —respondió encogiéndose de hombros.

Después de esa pequeña charla, Chan tomó una ducha y cuando salió del cuarto, se encontró a Seungmin sentado en la cama, terminando de atar sus zapatos.

—Buenos días —saludó con una sonrisa, haciendo que el chico alzara la vista para verlo.

Las mejillas de Seungmin se tornaron un poco rojas al ver el cuerpo bien formado y ejercitado del deportista, sonrió rápido y volvió a concentrar su vista en sus zapatos. Qué vergüenza.

Chan se sintió orgulloso.

Cuando bajaron, no se encontraron con nadie en la casa. Como habían dicho anteriormente, su padre trabajaba y parece que la hermana de Chan se estaba tardando en llegar. Decidieron desayunar y luego ir a desempacar todo.

Seungmin soltó un quejido al ver todo lo que tenía que cargar adentro.

—No quiero hacer esto.

—Lo harás igual —sonrió, entregándole un bolso.

Las afueras de la casa de Chan por día eran lindas. Un largo y vacío campo, muchos árboles y el típico aroma de naturaleza. Había un camino de tierra hasta llegar a las escaleras de entrada de la casa y su auto estaba estacionado sobre el césped, alejado de la entrada.

—Pero pesa mucho —se quejó haciendo un puchero.

Chan hubiese dicho algo si no fuera porque escuchó unos pasos cerca. Zapatos aplastando piedras bajo el sol del increíble día.

—¡No me digas que estás haciendo cargar al invitado las cosas!

Era una voz femenina, llena de burla. La mirada de los dos amigos recayó sobre la persona, que se encontraba pasando por el camino de tierra. Era una cabellera negra corta, su cabello llegaba hasta por debajo de su mentón, brillante y liso. Tez blanquecina y unos lentes de sol negros. Llevaba una jardinera larga amarillenta, con una camiseta blanca abajo de esta, dejando ver sus brazos con pequeños tatuajes. Por último, la mujer cargaba una caja.

—Esa es mi hermana —Chan suspiró.

—¡Hola! —exclamó, saludando con una sonrisa. Seungmin pensó que esa mujer era demasiado atractiva para ser real—. ¡Soy Hannah!

Sonrió forzado y alzó su mano, sacudiéndola.

Ella siguió caminando con una sonrisa.

—Me pregunto a dónde estará Rowoon...

—¿Rowoon? —frunció su ceño.

—¡Mami! —Una voz chillona llamó la atención del castaño—. ¡Espera! ¡Pesa mucho!

Era una cabellera castaña que corría hacia la casa, cargando una caja de menor tamaño.

—Oh, ahí está —Chan sonrió—. Ese es mi sobrino, el hijo de Hannah, Rowoon.

Luego de dejar sus cosas en el cuarto, Seungmin y Chan bajaron. Solo debían llevar una cosa más que el castaño se negaba a cargar por sí solo, sin embargo, sus planes de que Seungmin lo ayudase se arruinaron al instante que salieron de la casa, encontrándose con su hermana menor apoyada contra la pared, con una bandeja con limonada.

—Deja en paz al pobre chico, Christopher —dijo mientras le entregaba un vaso al chico. Seungmin lo tomó con una sonrisa: estaba sediento—. No puede ser que lo hagas cargar todo cuando es invitado —reprochó—. Ve y busca las cosas tú solo.

—Pero...

—Pero nada —Ella interrumpió, mirándolo con el ceño fruncido.

Chan soltó un suspiro y asintió.

Cuando el hombre se alejó, Seungmin se permitió ver a la mujer. Tenía ojos más oscuros que su padre y su hermano, pero largas pestañas que eran decoradas bajo un rímel. Sonrisa bonita, lo que pensó que era una característica normal de los Chan.

—Ahora sí puedo conocerte. ¿Cuál es tu nombre?

—Kim Seungmin.

—Es un lindo nombre —Parecía que lo analizaba con su mirada—. Chris me contó que estudias ingeniería informática.

—Ah, sí —asintió, sin saber qué responder—. Es una carrera linda. ¿Tú estudias algo?

—¡Estudié! —exclamó—. Abogacía.

—Oh, he escuchado de esa carrera, dicen que es difícil.

—Bueno, lo es. Me costó un poco entrar a la universidad pero lo logré, todo lo que otro se me resultó fácil —respondió con indiferencia.

Era un buen tema de conversación que Seungmin aprovecharía hasta que Chan volviera.

—¿Y hace mucho te graduaste?

—Sí, sí —asintió—. Dos años, aunque no sé si cuenta como mucho —sonrió—. Es divertida la...

—¡Mami!

Rowoon apareció, interrumpiendo la charla de los adultos. Hannah miró al menor.

—¿Qué pasa?

—¿Puedes servirme más?

—Oh, claro —asintió, agachándose para tomar el vaso de plástico del menor y comenzar a llenarlo—. Él es Rowoon, Seungmin. Mi hijo. ¿Saludaste? —miró al menor, quien negó.

—¡Hola, Seungmin!

Soltó una risa.

—Hola.

—Aquí tienes.

Rowoon no tardó en tomar el vaso y salir corriendo a quién sabe dónde.

—¿Cuántos años tiene? —preguntó volviendo su atención a Hannah.

—Siete —respondió—. Me quedé embarazada de él a los dieciocho.

—Oh...

—Mi padre casi me mata —soltó una risa.

—¡Ya terminé!

Ahora quien los interrumpía era Chan, con dos bolsos sobres sus hombros.

—Solo se quedarán una semana, ¿por qué trajeron tanto?

—Me gusta tener mis cosas ordenadas —se encogió de hombros, entrenando a la casa.

Hannah y Seungmin lo siguieron.

Cuando Chan por fin terminó de arreglar todo el cuarto, Seungmin pudo respirar tranquilo. No era realmente bueno hablando con la gente y más cuando era alguien a quien quería "Impresionar" o no quedar mal frente a ella. Así que cuando el castaño se unió a su conversación, le agradeció en silencio.

Descubrió muchas cosas de la familia Bahng y se sintió realmente cómodo con los hermanos. Luego se unió el padre de estos. Almorzaron entre anécdotas del pasado para avergonzar a Chan y entre charlas triviales sobre lo que pasaba en el mundo actualmente.

Fue un buen día. Y Seungmin supo que Chan tenía una gran familia, aunque fuera pequeña.

Idiota Persistente | Chanmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora