Capítulo 37

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—¡Minnie!

Exclamó Felix entrando al departamento del chico.

Los días seguían pasando y el castaño parecía, cada vez más, perder algún tipo de contacto con Chan.

Él sí entendía lo que sentía y creía que el castaño también, sin embargo pensaba que había arruinado todo por ser tan impulsivo como siempre. En parte se arrepentía del beso, pero cada vez que lo recordaba pensaba que había hecho algo bueno.

—No sabía que vendrían... —murmuró haciéndose a un lado.

—Lamento no avisar —Minho se disculpó entrando avergonzado—, pero Felix quería venir a verte porque has estado raro desde que volvimos.

—Ah, sí, eso

Acotó el rubio tirándose en el suelo para acariciar a Cherry, quien ronroneaba y se pegaba a él, con una barriga cayendo por sus patas. Faltaba poco para su parto, después de todo.

—No he estado raro —Seungmin frunció su ceño mientras se dirigía a la cocina, con Minho siguiéndolo.

—¡Claro que lo has estado! —exclamó Felix—. Todo es por Chan, yo lo sé.

Al escuchar lo que Felix dijo, Seungmin no pudo evitar recordar el beso. Sus mejillas se calentaron por la vergüenza.

—¿Pasó algo con Chan que no sabemos? —Minho se apoyó en la isla, mirando al menor fijamente. Seungmin negó bajando la mirada, el mayor también lo hizo y miró las manos del contrario—. ¿Y tú anillo?

Felix caminó hasta ellos y tomó asiento en las sillas al lado de Minho. Seungmin negó y soltó un suspiro.

—Quiero algo para tomar —dijo, dándose vuelta y abriendo la heladera.

Felix y Minho intercambiaron miradas.

—¿Ustedes quieren algo?

—La verd- —Minho lo golpeó—. Un vaso de agua, por favor.

—Yo igual.

Estuvieron en silencio, con sus miradas clavadas en los movimientos de Seungmin. Cuando el castaño dejó los vasos frente a ellos, bebió desesperado del suyo. Estaba nervioso y no quería hacerlo notar, pero tener a Chan en su mente no ayudaba en nada.

—Ya dinos que pasa —Minho suspiró.

—¡Me besé con Chan! —soltó al instante y dejó el vaso contra la encima con fuerza.

El mayor recordó que, después de salir de la biblioteca, Han le había apostado por 20 dólares que Chan y Seungmin se habían besado. Tendrá que darle el dinero más tarde.

Felix se ahogó con su bebida.

—¡Y-ya lo sabía pero me sorprende igual!

—¿Y por eso estás actuando así?

—No lo sé —bajó la mirada—. Él no me besó de vuelta.

Minho frunció el ceño mientras golpeaba la espalda de Felix.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste. No me besó de vuelta, dijo que todavía no era tiempo.

Chasqueó la lengua, molestándose.

—¿Qué le pasa? —negó.

—No sé cómo actuar cerca de él ahora.

—¿Deberían hablar? —acotó Felix.

—No lo sé, parece huir de mí cada vez que me ve.

—¿Y qué pasó con tu anillo?

Tomó aire y negó.

—Lo perdí.

—Gracias a Dios —puso los ojos en blanco.

—Supongo que fue bueno eso, ¿No?

—Sí —respondió Minho.

—No —respondió Seungmin a la vez.

—Ya olvídate de ese anillo —Minho rodó los ojos—. Era una mierda que te sometía a tu pasado, ya déjalo ir.

—No quiero... —suspiró, sentándose y apoyando su mentón en la mesa.

—¿Quieres seguir con Chan?

—Pues sí.

—¡Entonces olvídate de lo que pasó! ¡Sigue adelante!

Seungmin cerró sus ojos y negó.

Él intentaba hacerlo y quería seguir con Chan, pero el castaño parecía no querer nada más con él. ¿Le había dicho que todavía no era tiempo para nada? Sí. ¿Estaba confundido por eso también? ¿Qué tanto espacio le estaba dando Chan cuando él no quería alejarse de él?

—Es que eso quiero... o hago yo —respondió mirando a su amigo—, pero Chan no. Él es el problema.

Felix miraba todo en silencio.

—Y tampoco puedo hablar con él. Como te dije, huye de mí.

Minho no respondió, prefiriendo pensar en algún plan para ayudar a su amigo.

—Estás huyendo de Seungmin como un imbécil.

Dijo Jisung parado enfrente de Chan.

Él castaño estaba sentado en su cuarto, haciendo su tarea tranquilamente, cuando de un momento para el otro, Han y sorpresivamente Hyunjin, entraron a su habitación como si nada. Dieron vuelta su silla y lo acorralaron en su lugar.

Aunque no le causaban ni un poco de miedo a Chan.

—Lo sé —respondió jugando con su bolígrafo—. ¿Algo que no sepa?

—¿Por qué lo haces? —Hyunjin preguntó cruzado de brazos.

—¿Te importa? —alzo una ceja, haciendo al menor rodar los ojos.

—Solo responde —Han volvió a la conversación con una voz seria.

Chan soltó un suspiro.

—Estoy confundido —soltó sincero, haciendo que los contrarios lo miraran confundido—. Seungmin me contó su historia, dijo que tuvo una relación tóxica y su pareja murió, etcétera, etcétera. El tema es que el anillo que siempre usaba —señaló su dedo anular—, se perdió. Entró en pánico porque dijo que era algo así como... una manera de mantener vivo a su ex.

—Eso debería ser tratado en terapia —acotó Hyunjin tosiendo.

—Lo sé —Chan soltó un suspiro—, después de decirme todo eso... me besó.

—¡Lo sabía!

Exclamó Han, ganándose una mala mirada por parte de Chan.

—Pero me alejé, diciéndole que todavía no era momento para eso.

—Eso estuvo bien —Hyunjin volvió a acotar.

—Pero ahora me da vergüenza verlo sin acordarme porque después de todo, el chico que me gusta me besó y no sé cómo actuar.

—Entonces lo mejor que puedes hacer el alejarte de él —acotó con sarcasmo Han.

—Exacto —respondió.

—¿Qué tal si hablan? Se solucionarían todos sus problemas.

—¿De qué se supone que hablaríamos? —Chan frunció su ceño, mirando a Han—. ¿Intentar algo cuando claramente él no está preparado? Seungmin no puede iniciar una relación si no logra olvidarse de su ex pareja.

—No es necesario que hablen exactamente de eso —Hyunjin se apoyó contra el escritorio—. Nadie está obligándolos a meterse en una relación ahora mismo. Existe el tiempo y la paciencia, ¿sabías?

—Claro que lo sabía —respondió gruñón.

—¿Cuál es la necesidad de una relación ahora mismo cuando Seungmin, como dijiste tú, claramente no está preparado? No desaparecerán dentro de dos meses como para hacer todo rápido.

Han sonrió y asintió, dándole la razón a Hyunjin.

—¡Te dije que me servirías!

Idiota Persistente | Chanmin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora