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Haerin se sentía un poco enamorada, y eso le estaba asustando un poco. Especialmente cuando se distrajo en las clases y, de pronto, Yunjin se inclinó contra ella.

―Oowww, Hae, ¡qué linda! ―le susurró, sobresaltándola.

Haerin bajó la vista y su rostro se puso muy colorada al ver que hizo un corazón en una esquina del cuaderno, con algo escrito dentro. "Hae de Kim", decía en el centro.

Soltó un chillido por la vergüenza, llamando la atención de la mitad de la clase, y se apresuró en borrar el corazón para que nadie más lo viera. Yunjin se rió, sin poder evitarlo, a pesar de que la vieja urraca que les hacía clase les llamó la atención a ambas. Haerin quería ocultarse bajo la mesa y no salir de allí, especialmente cuando Hyein se giró a preguntarles que pasó y Yunjin le contó todo.

Para el recreo, sus dos amigas no tardaron en molestarla, provocándole ganas de darles un buen golpe a cada uno.

―¡Señora Kim Haerin! ―se rió Hyein, saltando.

―¡Cállate, Hyein de Marsh! ―chilló Haerin, provocando que la conejita frente suyo soltara un ruido incrédula.

―¡No estoy saliendo con Danielle!

Haerin estuvo dispuesta a replicar, pero decidió no decir que la vieron saliendo de un armario con la loba. Eso podía resultar un poquito humillante, ¿o no?

―¡Yo sería Nakamura de Yunjin! ―divagó su amiga rubia, ignorando la pelea de las otras dos.

―Suena bonito ―apuntó una voz detrás de ellas, y las tres se giraron a ver a Kazuha, sonriendo ampliamente―, hoy es luna llena, Jin, ¿lo recuerdas?

―¡Nuestra cita! ―sin pensarlo dos veces, Yunjin se colgó del cuello de Kazuha―. ¡Oh, vienen sus novias, chicas!

El rostro de Hyein ardió en calor cuando Danielle y Minji se acercaron, ambas luciendo curiosas al escucha el grito de Huh. Haerin también quería desaparecer de allí, rogando a sus amigas silenciosamente que no dijeran algo de lo ocurrido en la sala de clases.

―No somos novias ―insistió Hyein―. ¡Los... los lobos comen conejos!

―Los zorros igual, y somos amigas ―replicó Yunjin.

Hyein le tiró la oreja.

Mientras eso ocurría, Minji se le acercó a Haerin, sonriéndole con tranquilidad. La omega sintió los nervios en la boca de su estómago, primero porque su instinto le decía que saliera corriendo de Minji. Pero también, porque le gustaba cuando estaba cerca de ella y le sonreía, mostrando sus encías. No se veía amenazadora y Haerin quería abrazarla.

Aprovechando que las otras seguían discutiendo algo sobre conejos y lobos, Haerin se inclinó un poco contra Minji, tratando de agarrar valor para hablar. Venía pensando en algo desde hace mucho, pero al final, siempre se acobardaba por el miedo. Todavía esperaba que Minji llegara algún día y dijera que todo fue una broma, o una apuesta, o algo así.

―Minji ―le susurró, para que ninguna de sus amigas escuchara.

―¿Qué pasa, Rin-ah? ―preguntó, conteniéndose de abrazar a Haerin y llenarle las mejillas de besos.

―¿Quieres salir conmigo a una cita? ―dijo la castaña con timidez―. El sábado, po-podemos ir a... a algún lugar bonito y...

―Me encantaría ―afirmó Minji rápidamente, porque la ardillita parecía estar a punto de colapsar―, ¿te parece si vamos a un parque?

Kang hizo un ruido extraño de ardilla, que la más alta decidió interpretar como una afirmación. No podía caber en su felicidad con el hecho de que la chica se hubiera entusiasmado esta vez para pedirle eso, y le hacía sentir emocionada. Demasiado emocionada.

wild chipmunk; catnipzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora