Un hombre muy apuesto sentado, ocupando una mesa en el centro de París, bebiendo un Martini doble, admirando el paisaje de la Torre Eiffel, portando un traje negro muy elegante, unos zapatos bien lustrados, sentado con una pierna sobre la otra, con unos lentes de sol, pelo corto y ondulado, piel pálida, delgado y, sobre todo, siendo admirado por todos aquellos transeúntes que lo podían observar.
La mesera se le acerca por momentos preguntándole si desea algo más, a lo que él siempre le responde lo mismo: "un Martini y después espero que me permitas disfrutar de mi soledad... eso es todo lo que deseo", aunque su petición es algo extraña, parece que esa chica no le sorprende, pero, algo en ese desconocido le causa un poco de temor.
No es la primera vez que él se encuentra ahí, ni la primera vez que se encuentra sentado en esa misma mesa tomando exactamente lo mismo. En realidad, no existe ni un ser humano vivo en la actualidad que pueda asegurar cuantas veces a estado en ese mismo lugar, en ese país, disfrutando de una bebida.
Observando a las personas pasar, mirarlas sonreír, ver a enamorados, a parejas de mediana edad con sus hijos y a algunas cuantas parejas de ancianos que aún se sonríen con amor, con ese amor que parece nunca tener un fin. Ve a los amigos pasear, pero también a alguna mujer u hombre en alguna banca sentados mientras lloran.
XXX: ¿puedo acompañarte?
Otro hombre, alto, delgado y vestido de forma un poco más informal, se había hecho presente en aquel lugar, parado solo a unos pasos de aquella mesa.
Lucifer: hola... padre ¿qué haces aquí? ¿no deberías de estar guiando a alguno de tus adorados ángeles para que logren encontrar su camino y sean al fin libres y puedan ser un humano simple como todos y que sean felices para siempre? Veo que ahora tienes otra apariencia ¿cómo es que deben llamarte en esta ocasión?
Hyun Bin: mi nombre es Hyun Bin.
Lucifer: no entiendo porque siempre tienes que usar nombres tan comunes para poder salir y caminar entre los humanos ¿por qué simplemente no usas tu nombre y tu apariencia? Sería más fácil para todos.
Hyun Bin: ¿lo sería para ti?
Lucefer: ¿para mí? Dime ¿desde cuándo te interesa lo que yo piense?
Hyun Bin: siempre me ha importado, pero, ha sido un poco complicado poder acercarme a ti, hijo, - se acercó y se colocó en una de las sillas, quedando frente a frente con Lucifer, sentándose sin perder el contacto visual, - esos lentes son bonitos.
Lucifer: ¿qué es lo que quieres? ¿por qué estás aquí? Esto es muy extraño para mí, los milenios que llevo excluido de tu reino, jamás bajaste para hablar conmigo, y cada vez que te acercabas a los humanos, era para ayudar a tus ángeles blancos.
Hyun Bin: bueno, ahora estoy aquí para hablar contigo.
Lucifer: ¿un poco tarde no lo crees?
Hyun Bin: Samael ¿dime qué es lo que sucede?
Lucifer: no me vuelvas a llamar por ese nombre, yo no soy "Samael", mi nombre es Lucifer.
Hyun Bin: elegiste un buen nombre.
Lucifer: bien sabes que ninguno de esos nombres yo los he elegido, a todos los ángeles nos eligieron nuestros nombres los humanos, aunque debo admitir que es divertido, dejarlos que crean que ellos tienen el control de algunas cosas, sobre todo cuando se trata de nosotros y no saben el alcance que puede llegar a tener nuestro poder.
Hyun Bin: a ningún ángel le ha molestado alguno de sus nombres.
Lucifer: eso es porque nunca han tenido que usar sus nombres verdaderos, esos que solo tú conoces y nosotros.
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LUCIFER
FantasySiempre va a existir una historia diferente sobre el rey del inframundo, todas contadas desde un punto de vista distinto. Está es una versión más. Quizás un poco más interesante. Tal vez mucho más aburrida, depende la forma en la que lo tomen los de...