Un Martini doble

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Los dos volvieron al pequeño barrio en donde se encontraba la bisabuela y el local en donde trabajaba Kim Tae-ri. El lugar parecía completamente normal, aunque para ella resultaba extraño estar ahí después de todas las cosas que habían sucedido en tan poco tiempo, simplemente lo que había ocurrido le parecía completamente irreal.

Kim Tae-ri: y ahora ¿qué va a suceder? ¿qué sigue después de lo que acabo de presenciar?

Lucifer: ¿quieres ir al infierno conmigo?

Kim Tae-ri: es una propuesta "tentadora" pero, prefiero seguir aquí por un largo tiempo aún. Por cierto, no te lo pregunte, pero ¿mi bisabuela se encuentra bien? ¿cierto? no la mataste, ¿verdad?

Lucifer: ella está bien, aunque su tiempo ya está próximo a terminar. Será mejor que vayas con ella.

Kim Tae-ri: ¿te veré pronto?

Lucifer: ya no hay más historias que contar. Además, pensé que deseabas recuperar tu vida tranquila.

Kim Tae-ri: me contaste nueve en total, pero estoy segura de que tienes muchas más que contar y todas igual de interesantes... e incomodas. Y después de todo lo que he experimentado, dudo que mi vida vuelva a ser tranquila.

Lucifer: es verdad, tengo muchas más historias que contar. Pero no son historias que podría contar en un lugar tan insignificante como esté.

Kim Tae-ri: entonces ¿en dónde sería el lugar perfecto para poder contarlas?

Lucifer: en París. Así que, si quieres más historias, tendrás que viajar a París y encontrarme ahí.

Kim Tae-ri: olvidas que no puedo teletransportarme como lo haces tú... y dinero tampoco tengo.

Lucifer: estoy seguro de que eso lo podrás resolver. Así que cuando vayas para allá, búscame en el restaurante L'vite, siempre estoy ahí tomando un Martini.

Kim Tae-ri: ¿siempre estás ahí? ¿qué tiene de especial ese lugar? ¿ahí se encuentra aquella chica que ha vivido por 600 años?

Lucifer: es correcto, ella ha trabajado ahí por temporadas, cuando se cansa de viajar, regresa a su país natal... ella es una linda camarera que jamás pueden despedir, porque no hay quien la pueda recordar, todos los días es su primer día de trabajo.

Kim Tae-ri: ¿cómo puede trabajar en un restaurante si todo el mundo la olvida?

Lucifer: ella a encontrado la forma de hacerlo, es muy inteligente y puede conseguir comida gratis. Además, me gusta regresar a ese lugar por otras razones.

Kim Tae-ri: ¿por qué razones?

Lucifer: porque fue en ese lugar en donde caí cuando mi padre me corto las alas.

Kim Tae-ri: pensé que habías dicho que fue en un desierto.

Lucifer: cada uno ve las cosas de acuerdo con su dolor...

Al decir esto último desapareció de ahí, dejando a Kim Tae-ri sola. No pudo evitar que una lagrima recorriera su mejilla, era solamente una lagrima por aquel ángel caído. Era la misma lagrima que él había derramado cuando llegó a su destino final. Ahora entendía que Lucifer era un ángel herido, uno que jamás deseo ser lo que era en esos momentos. Pero también entendía que su rol era importante para la historia de los seres humanos.

Ella corrió en dirección a su casa, no se detuvo hasta llegar y al abrir la puerta pudo ver a su bisabuela, quien la recibió con un fuerte abrazo y un beso en la frente, las dos hablaron de lo sucedido y acordaron que sería la última vez que se tocaría ese tema.

Bisabuela: lamento no haberte contado la verdad sobre tu familia.

Kim Tae-ri: no importa, de cualquier forma, creo que no lo habría creído.

LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora