Una vida normal

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Kim Tae-ri: vamos abuela, tienes que dejar que termine de vestirte, se me hará tarde para ir a trabajar.

Abuela: pues vete, además niña, soy tu bisabuela, y debes de hacer lo que yo te diga y no ser tú quien me dé órdenes a mí.

Kim Tae-ri: abuela, tienes 99 años... aunque no sé cómo es que has sobrevivido tanto, más que mi abuelita, y ni hablar de mis padres, mamá muere al tenerme y papá huye con otra mujer.

Bisabuela: y yo con 99 años, y con más claridad en mi mente que tú, jovencita. Sabes que tu bisabuelo murió hace poco...

Kim Tae-ri: ¿poco? Pero abuela, él tiene 15 años que falleció... sospecho que tienes algún pacto con alguna deidad. ¡AY! ABUELA NO ME GOLPEES CON TU BASTÓN.

Bisabuela: eres una niña muy irrespetuosa, ni tu abuela ni tu madre fueron así.

Kim Tae-ri: lo siento abuela, es solo que... quedamos tú y yo, quiero que estés bien, no estoy lista para quedarme sola.

Bisabuela: no estás sola, jamás lo vas a estar... andando, termina de vestirme y vete a trabajar, y está vez trata de ser amable, no quiero más quejas de que eres muy respondona con las personas.

Kim Tae-ri: hay personas que se lo merecen.

Bisabuela: eres tan necia como tu madre.

Kim Tae-ri: me contó alguna vez el bisabuelo que tú eras igual.

Bisabuela: eran otros tiempos... ahora largo de aquí, ve a trabajar.

Kim Tae-ri es una joven de 20 años, huérfana, vive solo con su bisabuela, una mujer mayor quien se ha encargado de ella por estos años, o al menos se han cuidado la una a la otra. No pudo concluir con sus estudios por problemas, y busco un trabajo en uno de los tantos restaurantes de pollo frito que existen en Corea. Se dice que hay más locales de pollo que Macdonal's en los Estados Unidos.

Tuvo una infancia feliz al lado de sus bisabuelos, ellos eran lo único que le quedaba en la vida, pero, un infarto le arrebato la vida a su bisabuelo y ahora solo quedaban ella y la bisabuela, una mujer de carácter fuerte, alguien que decía las cosas sin dudar, sin temor a lo que otros pensarán, y ese carácter al parecer lo había heredado Kim Tae-ri.

Kim Tae-ri: me voy al trabajo, abuela, no vuelvas a salir de casa, no quiero tener que salir temprano del trabajo para ir a buscarte.

Bisabuela: salgo cuando quiera, tú no te preocupes, no me voy a perder.

Kim Tae-ri: de acuerdo, nos vemos más tarde, te quiero, - se acerco a la anciana, le dio un beso en la mejilla y salió de casa para ir a su trabajo. –

El recorrido era relativamente corto, caminando se hacía un tiempo de 15 minutos, el local en donde trabajaba era de un amigo de su difunta madre, el señor Ro Woon, él y su madre se habían conocido cuando eran estudiantes de secundaria, así que cuando ella necesitó de un trabajo, él no dudo en contratarla.

Kim Tae-ri: buen día, señor Ro.

Ro Woon: hola Tae-ri ¿cómo amaneció la abuela hoy?

Kim Tae-ri: como siempre, con más energía que yo, no puedo explicarme como es que mi bisabuela tenga tan buena salud, aunque no me quejo, me alegra que este a mi lado por más tiempo.

Ro Woon: la abuela está hecha de un barro diferente al nuestro.

Kim Tae-ri: pues ella siempre me dice que es fuerte como un toro porque es un regalo que Dios le dio. En fin, será mejor que comience el día con mucha energía para tener buenas ganancias.

Ro Woon: ¿no pelearas el día de hoy?

Kim Tae-ri: ¿ha sido usted quien siempre va a delatarme con la bisabuela?

LUCIFERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora