Capítulo 4

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Draco

Recuerdo cómo comenzó todo, se con exactitud en qué momento comencé a fijarme en Lexie.

La primera vez que la ví, no sabía quién era. Se encontraba comprando sus libros para el colegio. Tenía su cabello amarrado, vestía un vestido morado, sus mejillas estaban rojas, era una niña muy bonita.

Iba acompañada de los Weasley. Al principio creí que era su hija, pero no podía serlo, ella no era pelirroja, sino castaña con un mechón color plateado.

Quería conocerla, deseaba ser su amigo, pero a simple vista se notaba que no era el único.

Siempre imaginé como hubiera sido si Lexie hubiese estado en Slytherin; su compañero de aventura sería yo y no Potter, la cercanía que él tenía hubiese sido mía, su cariño también... Pero al final, eso solo quedaba en mi imaginación.

Lexie comenzó a gustarme desde el día uno, desde aquella vez que la ví por primera vez en el callejón y no me arrepentía de eso.

-¿A dónde vas?- preguntó Astoria mientras entraba a mi dormitorio.

-Saldré.- respondí cortante.

-Pense que te quedarías a estudiar, como siempre lo haces.

-Hoy no.- me acomodé la camisa.- ¿Podrías quitarte de la puerta?

-Iras con ella, ¿Cierto?

Solté un suspiro un poco molesto, Astoria comenzaba a cansarme.

-¿No te das cuenta?- continuo.- ¡A ella no le importas! Nunca ha salido con nadie, solo se preocupaba por ella misma. ¡No entiendo porque alguien como tú está interesado en ella!

¿Cómo no estarlo? Cualquiera podría interesarse por Lexie.

-Deja de meterte en lo que no te importa.- ya estaba fastidiado.- Muévete, tengo que irme.

Astoria saco su varita.

-Lo siento pero no irás a ningún lado. ¡Desmayo!

Fue lo último que escuche antes de que todo se volviera oscuro.

No sabía cuánto había pasado. Cuando volví a recobrar la conciencia, ya había oscurecido.

-¿Qué haces tirado ahí?- cuestionó mi compañero.

Me levanté de inmediato.

-Astoria.- dije entre dientes.

-¿Cómo dejaste que lo hiciera? Digo, ella no es buena en hechizos.

Lo mire enojado.

-Es obvio, no tenía mi varita.- mire hacía la ventana.- Se suponía que vería a Lex.- dí un pequeño golpe en la cama.- ¡Carajo! Te juro que Astoria me las va a pagar.

Blaise no comentó nada más. Salí del dormitorio para dirigirme a nuestra sala común. Al bajar, visualice a Matheo sentado mientras dibujaba en su libreta, Pansy se encontraba cerca de la chimenea.

Mi primo despegó la mirada de su libreta para verme.

-Fuiste tú, ¿Cierto?- pregunté enojado.

-No sé de qué hablas.- volvió a mirar lo que estaba dibujando.

Fuí hacia donde estaba, le quite la libreta de sus manos. Mire lo que estaba estampado, era claro que estaba dibujando a Lexie.

-No te hagas.- reproche.- Tú le contaste a Astoria que me vería con Lexie.

Se puso de pie para encararme.

-No he salido de sala común, idiota.

-Te lo volveré a repetir, primito.- sonreí sin gracia.- No te acerques a ella, ni de chiste te haría caso. Lexie es mucha mujer para ti.

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