Capítulo 5

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Lexie

Tenía mi cabeza recargada en la mesa del gran comedor, estaba apunto de quedar dormida. No me arrepentía de la noche que había tenido, Matheo era un chico muy agradable, aunque por fuera pareciera lo contrario.
De lo que si me arrepentía, era de haber comido ese Pay, tenía mucha azúcar que me provocó insomnio.

Justo hoy llegaban los colegios invitados, así que mi tormento aún no terminaba, deseaba acabar rápido con este día para poder ir a dormir.

—Lex.— dio un ligero golpe mi amiga.— Mira.

Levanté mi cabeza viendo la entrada del gran comedor: las chicas de Beauxbatons entraron bailando con sus vestidos azules mientras soltaban mariposas, eran realmente lindas.
Note como Harry al igual que Ron, las miraban con demasiada atención.
Segundos después entraron los chicos de Durmstrang en dónde estaba Victor Krump quien al verme sonrió. Definitivamente se acordaba de mi locura en el campeonato.

—¿En serio Krump te sonrió?— cuestionó Ron impresionado.

—¿Envidia?— molesté.

Justo detrás del pelirrojo, pude ver a Matheo, se veía igual de cansado que yo. Pareció notar que lo veía, pues por un momento cruzamos miradas, pero por alguna razón la aparte, me había dado pena que me descubriera mirándolo.

—¿Ocurre algo Lex?— pregunto Harry.

Negué con la cabeza un tanto nerviosa.

Todo el comedor quedó en silencio cuando mi abuelo comenzó a hablar.

—Ahora que están sentados quisiera decirles algo, Hogwarts a sido seleccionado como la cede de un legendario evento.— llamo la atención de todos.— El Torneo de los Tres Magos. Para aquellos que no lo sepan, el Tornero de los Tres Magos reúne a tres escuelas para una serie de pruebas mágicas y de cada escuela se selecciona un estudiante para competir.

Mire a Ron, parecía estar asombrado por las palabras de mi abuelo.

—La gloria eterna eso es lo que le espera al ganador del Torneo de los Tres Magos.— continuó.— Para merecerla, deberan sobrevivir a tres pruebas extremadamente riesgosas, por lo tanto, el ministerio puso una regla la cual mencionara el director de Cooperacion Magica Internacional, el señor Bartemius Crouch.

—Después de un largo análisis el ministerio decidió que por su seguridad no sé permitirá participar a ningún menor de 17 años.

Dicho eso, varios estudiantes comenzaron a quejarse de la regla. Me parecía algo sensato, ya que había escuchado que en esos torneos habían fallecido muchos magos, todo por la gloria eterna.

—¡Silencio!— gritó Dumbledore mostrando el cáliz de fuego.— Quien desee participar tendrá que escribir su nombre en un pedazo de pergamino y lanzarlo a la llama el jueves a esta hora. Piénsenlo con mucho cuidado, de ser elegidos ya no habrá escapatoria.— advirtió.

Una vez concluida la cena, varios de los estudiantes comenzaron a dirigirse a sus dormitorios.
La mayoría comenzaban a murmurar sobre el torneo.

Harry, Ron, Hermione y yo, fuimos a nuestra sala común, sentandonos cerca de la chimenea.
Me sentía demasiado inquieta respecto al Torneo.

—Saben eso del torneo no me da un buen presentimiento— dije preocupada.

—No creo que pase algo malo— agregó Ron.— Estos torneos se hacen muy seguidos, es un honor que hayan considerado a Hogwarts este año.

Puse los ojos en blanco.

—Ron mucha gente ha muerto.— añadió Hermione.

Harry asintió con la cabeza.

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