Capítulo 11

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Desperté con un nudo en el estómago, las emociones de la noche anterior aún frescas en mi mente. El sueño había sido intranquilo, plagado de imágenes de mi confrontación con Ron y los susurros de la escuela que la seguían a donde fuera.

Mientras me preparaba para el día, Hermione entró en la habitación con una mirada de preocupación en su rostro.

—Lexi, sé que discutiste con Ron anoche —dijo Hermione con su característica franqueza—. Pero te sugiero que lo ignores por ahora. No puedes permitir que te distraiga antes de la prueba de hoy.

Asenti en silencio. Sabía que Hermione tenía razón; no podía dejar que las tensiones con Ron afectaran mi desempeño en la prueba.

—Tienes razón, Hermione. Me concentraré en la prueba hoy —respondí, decidida a dejar de lado las preocupaciones por un momento y centrarme en lo que realmente importaba.

Con el aliento de Hermione como respaldo, me preparo mentalmente para el desafío que tenía por delante. Sabía que no sería fácil, pero estaba decidida a dar lo mejor de mi misma.

Me encontraba en el patio, con el corazón acelerado y los nervios a flor de piel, cuando Ginny y Luna se acercaron con una sonrisa alentadora.

—¡Hola, hermanita! —exclamó Ginny con entusiasmo—. se que hoy es un día importante para ti. 

Luna avanzando con serenidad, sus ojos brillando con una luz tranquila.

—Sí, Lexi. Confiamos en que lo harás increíble. Recuerda, las criaturas mágicas siempre han sido tu fuerte. Aun que esta vez fuera un enorme dragón.

les agradecí con una sonrisa, sintiendo un cálido apoyo en sus palabras. Pero a pesar de sus buenos deseos, todavía había un nudo de ansiedad en mi estómago. Necesitaba algo más para calmar mis nervios.

Busqué a Matheo entre la multitud, esperando encontrar su rostro familiar entre los espectadores. Pero no había señales de él por ninguna parte. Su ausencia solo aumentó mi inquietud.

Sabía que no podía dejar que los nervios me consumieran. Necesitaba concentrarme en la prueba y demostrar de lo que era capaz.

—Lex —interrumpió Snape, su tono grave pero con una pizca de preocupación.

—Tío Snape, creí que ya estaría en el campo —respondí sorprendida por su presencia.

—Ya debería estar allí, pero antes quería verte. No es bueno que estés nerviosa —explicó Snape, con su mirada penetrante.

—Lo sé. Trato de mantener la calma —confesé 

—Ten, guarda esto. Es una poción muy fuerte y logrará dormir al dragón. Debes lanzarla hacia su boca y hará efecto —indicó Snape, entregándome con cuidado un pequeño frasco.

—Te lo agradezco tanto —respondi, recibiendo el frasco con gratitud y determinación.

—Guárdalo. Que nadie lo vea. Ahora ve, el profesor Dumbledore irá enseguida —advirtió Snape, con seriedad.

—Nos vemos pronto —dije con un gesto de despedida, sintiendo un alivio momentáneo al tener en mis manos una posible solución para el desafío.

Caminaba hacia la carpa donde se reunirían los competidores, anticipando el desafío que me esperaba. Al entrar, fui recibida por Fleur con una sonrisa, pero mi tranquilidad se vio interrumpida cuando escuché mi nombre.

—¿Hermione eres tú?— Pregunte.

—No, soy yo, Matheo. —respondió. 

Por un momento, me sentí relajado. Estaba feliz de verlo antes de la prueba.

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