Dedicado a: AinharaTambor ella me ha estado esperando todo este tiempo sin cansarse 💕N°17.
En medio de la oscuridad que había en casa de la bruja, podía visualizar claramente su pequeña figura femenina bailotear hacia su habitación, indicándome en un movimiento de su dedo índice que la siguiera, lucía mucho más coqueta que nunca, decidida a llevarme a conocer sus sábanas y por alguna razón yo estaba más que ansioso de hacerlo, su mano tomó la mía aumentando mi pasó hasta que accedimos a su habitación. Detestaba este comportamiento de mi parte, pero no tenía ni idea de cómo detenerme o simplemente no quería hacerlo, nuevamente poseerla no sonaba a mala idea en mi cabeza.
Sus brazos se enredaron en mi cuello atrayendome hacia ella para fundir nuestros labios en un beso deseoso, su lengua comenzó a juguetear con la mía provocando un millón de emociones no experimentadas en mi, se sentía extrañamente excitante, la tumbé sobre la cama posicionandome sobre ella, sus piernas se enredaron en mis caderas aferradome a ella. Por un momento deje de besarla para solo mirar su rostro, sus rostro estaba algo manchado por el maquillaje como si en algún momento de la noche estuvo llorando, sus labios carnosos tenían labial negro regado más allá de su labio inferior, así parecía una verdadera bruja, más podía notar el destello de lujuria iluminar sus ojos avellana que tanto me estaban embrujando.
—¿Por qué dejaste de besarme, Diecisiete?— preguntó entre ronroneos volviendome a acercar a su rostro para besarme, no tardé en ceder y mis brazos se posaron a sus costados, abandoné sus labios para depositar besos húmedos sobre su cuello, en respuesta obtenía pequeños gemidos que podía asegurar que si seguía me enloquecerian, el bulto de mi pantalón se había hecho más grande y este aumentaba al sentir su entrepierna pegarse a mí.
Kila rompió el beso para tomar algo de aire el cual ella necesitaba mucho más que yo, y su mirada pícara cayó sobre mí, no tardé en sentir su mano bajar desde mi abdomen hasta llegar y acariciar por encima mi erección, no pude evitar morderme el labio inferior ante su tacto.
Me detuve en seco al momento en que mis pensamientos me comenzaron a alertar de que su comportamiento se debía a todos los tragos que llevaba encima, si quería hacer algo no podría ser teniendo a esta psicópata en ese estado, ella debía estar igual de cuerda que yo para que recordara con lujos de detalle el momento en que la tomo; apartando de forma brusca su mano de ahí intenté levantarme más kila se intentó aferrar a mí y trataba de besarme.
—¿Qué pasa, no te gusto?— preguntó con desespero en medio de sus fallidos intentos de hacerme caer de nuevo.
Esta vez no cedería si me consideraba el Androide más fuerte del doctor Gero, podía renunciar a mi deseo que estaba más allá del entendimiento de mi computadora, podía negarme a caer en el lecho de una simple humana como ella. Tomé sus muñecas en el aire y las coloqué por encima de su cabeza así inmovilizandola.
—Hablamos cuando no estés ebria—
Dije, un puchero se formó en sus labios y de un salto me salí de la cama dandole la espalda para poder quitarme esa capa ridícula, la colgué a un lado para darme la vuelta quedando frente a una escena que realmente no esperaba.Tan veloz como un rayo kila se había logrado quitar aquel corset dejando sus senos descubiertos, sentada sobre la orilla de la cama se sacó esa falda larga que llevaba y tiro a un lado sus botas junto a las medias, quedando tan solo en su ropa interior, me saqué la camisa que llevaba puesta para acercarme a ella, intentaba ponérsela y esta luchaba por evitarlo dejando en el aire quejas y groserías, solté un gruñido de exasperación al no poder ponerle la camisa sin que se moviese como oruga con sal, kila me miró confundida y por fin logré cubrirla, de no ser así no podría recostarme a su lado, no sin antes hacerla gritar mi nombre.
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Mundos Paralelos...N°17.
RomanceExiste una gran barrera, que separa la realidad de la fantasia, o al menos eso creí hasta aquella noche. Eventos totalmente increíbles e inesperados le dieron a mi vida un gigantesco giro de 180° grados, la normalidad y realidad se fueron al caño co...