𝗧𝗛𝗘 𝗪𝗔𝗟𝗞𝗜𝗡𝗚 𝗗𝗘𝗔𝗗 - Blake 1

𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝟏𝟓

Palabras hirientes.

— ¿Y Lori?

— Vino a verte cuando estabas inconsciente, después dijo que saldría y dejó a Carl con Andrea, pero él prefirió quedarse afuera de la habitación esperando a que despertaras. —contestó Maggie, una vez que estaban de vuelta en la casa.

El tibio sentimiento en el pecho se hizo presente, haciéndola tener un repentino cariño hacia el pecoso. Lo observó poner los cubiertos en la mesa para la cena y caminó hasta él.

— Hola.

Carl esbozó una sonrisa

— Hola.

Se notaba la preocupación en su rostro.

— Rick estará bien. —habló la niña. El líder había ido tras Hershel al pueblo junto a Gleen. Y aun que Blake tenia la confianza de que se hallaran a salvo, era de noche y probablemente estaban expuestos— Volverán sanos y salvos.

— Eso espero..

La cena había empezado y Shen hizo lo mismo que Blake hace tan solo unos minutos, quizo tranquilizar a Carl. Carol había llamado a Lori para que bajara a cenar, pero no aparecía.

— No está. —dijo Blake

— ¿Cómo que no está?

— Salió en la tarde y me dejó cuidando a Carl. —contestó Andrea.

Todos entendieron enseguida que la mujer había desaparecido y comenzaron a buscarla por toda la granja. Blake había registrado las tiendas de acampar junto a Carl pero no había señales. Los adultos y niños se reunieron para contar si la hallaron o no.

— No está en el granero. —dijo Walsh.

— Tampoco en los establos —informó T-Dog.

— ¿Dónde está? —preguntó con angustia el pequeño Grimes.

— Le pidió a Daryl ir al pueblo —dijo Carol llegando— Debió irse sola.

Carl tapó su boca con la mano, aguantando los sollozos.

— Carl...

Pero el niño ya se estaba marchando de allí.

— ¿Y él lo sabía? —se giró Blake hacia Carol, refiriéndose a el de la ballesta.

Dudosa, asintió la mujer.

Shane subió a su auto para ir por Lori, mientras que Blake salió con paso decidido hacia el campamento que había montado Daryl Dixon lejos de los demás. No lo halló a plena vista, por lo que observó un lazo con partes de caminantes colgadas. Arrugó la nariz por el olor y dio un brinco cuando escuchó la áspera voz del hombre:

— ¿Qué se te perdió, niña?

La niña giró sobre sí y tuvo que levantar la vista para mirar al hombre a los ojos. Su valentía flojeó al recordar cuanto la intimidaba Dixon con su simple presencia. Tragó en seco antes de hablar, tratando de sonar firme.

— Usted lo sabía. —acusó— Sabía que Lori fue sola a la carretera y no dijo nada.

— ¿Y qué si lo sabía?

La niña frunció el ceño y tomó aire cómo si no pudiera creer lo que escuchaba.

— Qué pudo haber dicho algo y ahora Carl no estaría preocupado por su madre y su padre al mismo tiempo.

— ¿Crees que me importa un demonio lo que les pase o lo que sienta el mocoso? —decía con la voz alzada. Se veía desde lejos que su temperamento estaba en altos niveles y quizás fuera por la primera visita de Carol.