Stockholm Syndrome. Camren & Larry.

Capítulo 5.

HARRY POV.

Dormir. No hay nada más hermoso en el mundo que dormir.
Quiero decir, estaba durmiendo plácidamente hasta que...

- ¡Harry! ¡Despierta, Hazz! - Camila saltaba encima mío y me gritaba en el oído.

Maldita sea, mi cabeza va a explotar. No volveré a beber... Eso ni yo me lo creo pero da igual.
Gruño antes de quitarla de encima y mirarla con el ceño fruncido.

- ¿Qué te he dicho sobre interrumpir mi sueño de belleza, Karla?

-No me llames Karla, idiota. Sabes que odio eso.- así es como haces enojar a Karla Camila Cabello en cuestión de segundos.

-Y yo odio que interrumpan mi sueño de belleza.- suspiro.- ¿Qué pasa, Mila?

Ella sonríe y... Oh no, no esa sonrisa... Ahora tendré que aguantar al menos dos horas de charla sobre su nueva 'víctima'.

-Ya conoces la rutina.- digo con fastidio.

-Se llama Michelle, tiene unos ojos verdes intimidantes y... Joder, Hazz. Nunca había visto a una chica tan hermosa.- baja la mirada y se sonroja.

-Sí, sí, sí. Lo mismo dijiste de la anterior.- me río suavemente porque sé que eso le molesta.- ¿Quedaste con ella?

-El martes en el parque. Quiero que me lleves a comprar ropa, en serio tengo que dejarla impresionada, que me quiera meter en la cama con sólo mirarme.

Tuve que analizar lo que me dijo por unos diez segundos.
¿Quién carajos era Michelle y qué le hizo a la señorita "ellas me impresionan, no yo a ellas"? Es todo muy extraño, realmente.

-Claro... Iremos en la tarde, ¿si? Ahora, quiero tomar una ducha... Arreglar mi cabello, ya sabes.- sonreí de lado.- Estos rulos no se mantienen solos.

-Toda una diva.

Sale de mi cuarto riendo y yo también me río por mis estupideces.
Me levanto por fin a hacer lo que había dicho que haría. Arreglar mi cabello es un proceso muy largo y complicado.

Horas más tarde, a eso de las cuatro, Camila me espera en la puerta para poder salir. Estoy a punto de agarrar las llaves del Audi cuando 'su' maldita voz me detiene.

- ¿A dónde creen que van sin mi permiso?

-No tengo que pedirte permiso para salir, no soy un niño.- lo miro con el ceño fruncido.

-Mientras vivas en mi casa, Harry, debes seguir mis reglas. Cuando te compres tu maldita casa y dejes de ser una puta mantenida, podrás hacer lo que se te de la real gana. Hasta puedes matarte si quieres, nos harías un favor a todos.

Escupe al suelo y Camila lo ve horrorizada. Pocas veces presencia nuestras discusiones y siempre sale molesta o 'traumada'.

- ¡No le hables así a Harry! ¡Él no te ha hecho nada, es un buen chico! - miro a Camila, impresionado. Nunca le había alzado la voz a nuestro padre y mucho menos para defenderme.

Y lo siguiente pasó en cuestión de segundos.
Mi padre ya no estaba donde antes, estaba frente a Camila con una mano alzada. Pero eso no era lo peor. Camila estaba tendida en el suelo con el labio roto y llorando, con la mirada perdida.
Tomo a mi padre del cuello de la camisa y lo pego contra la pared con fuerza, le doy un puñetazo en la cara antes de hablar.

- ¡No vuelvas a acercarle tus asquerosas manos o un puñetazo será un chiste comparado a lo que te haré! - le escupo en la cara y lo lanzo lejos de mí.

Me acerco a Mila, la cargo en brazos y como puedo, agarro las llaves del Audi. La saco de ahí y la pongo en el asiento de atrás, busco una servilleta en mi bolsillo y le limpio la sangre que sale de su labio.

-No te dejó mal el labio, estarás perfecta para tu cita con Michelle.- le sonrío un poco, tratando de hacerla sentir mejor.

Ella no responde y decido que la mejor forma de animarla, es llevándola de compras.

Tres horas. Tres putas horas.
Tengo ambas manos llenas de bolsas con ropa nueva, zapatos, joyería, perfume... Un montón de mierdas que, debo admitir, lucen geniales en Mila.

-Hazz, ¿no son lindos esos lentes? - me acerco a ella y veo la vitrina. Hay unos lentes oscuros bellísimos.

-Están geniales, Mila. ¿Los quieres?

-No, ya tengo muchos.- sonríe y sigue caminando.

La sigo un poco distraído, sin ver realmente a dónde voy. Obviamente no logro esquivar a una persona y se me caen varias cosas cuando tropezamos.

-Oh mierda... Cuanto lo siento, hermano. En serio...- esa voz la conozco, lo sé.

-No pasa nada.- sonrío mientras ambos recogemos las bolsas que cayeron.

Al enderezarnos, lo primero que veo son sus ojos azules... De un azul claro, muy hermoso y peculiar. Estoy seguro de que conozco a este chico.

-Soy Harry... ¿Y tú eres...?

-Adam.- ríe un poco.- Nos conocimos ayer en el club, Hazz.

-Lo siento.- río nervioso.- No recuerdo casi nada de anoche, estaba muy ebrio.

-Sí que lo estabas, yo tuve que llevarte a tu casa. ¿Estás bien?

-Desperté con resaca pero bien, supongo... Muchas gracias por llevarme a casa.- sonrío y siento cómo me arden las mejillas.- ¿Puedo hacer algo para agradecerte?

Se queda pensativo, mirando al suelo y con el ceño un poco fruncido. Adorable.

- ¿Qué tal si sales conmigo? Podríamos ir al parque... ¿El martes? Una amiga me pidió que la llevará para allá porque tiene una cita y bueno, podríamos pasear un rato.

-Me parece perfecto, Adam. Iré con Camila, ella igual tiene una cita el martes en el parque.

-Entonces nos vemos ahí, hermoso.- besa mi mejilla.- Hasta el martes.

Y se va con paso decidido mientras yo aprovecho para admirar semejante culo que tiene. Es perfecto por donde lo veas... Señor Adam...

Alcanzo a Camila y por fin nos vamos a casa. En el camino le cuento lo sucedido y ella, como siempre, se ofrece a ser mi estilista para estar perfecto. No puedo esperar a que llegue el martes.

Adam... Styles va a por ti.

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¡Muy buenas, criaturitas del señor! ¿Cómo les va el día de hoy? :3 Espero que bien.
Les traje otro súper capítulo, ¿qué tal? La cosa azul cumple con la fecha, ¿vieron?

Espero que les guste c:

¡Muchísimas gracias a todos los que leen el fic! Y también mil gracias por los votos
Es lindo saber que le está gustando la historia. Pronto se pondrá muchísimo más intensa :3

No se olviden de dejar una linda estrellita si les gustó el capítulo, y si no... También dejen la estrellita. Subo capítulo cada 5 días o antes c:

¡Hasta la próxima!
All the love...