Capítulo #12

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𝔉. Efímero.

CHAPTER TWELVE

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CHAPTER TWELVE

Heridas

𝔖ullie leía atentamente uno de los muchos libros que le habían mandado en la caja. Al parecer a su hermana le gustaba mucho las historias criminales y lo que tenía que ver con la política.

—Sumi, ¿Tú crees que todo vuelva a la normalidad?— habló Suk, aferrándose a su brazo, sacándola de sus pensamientos.

La chica pudo sentir como su corazón se contraía y el miedo volvía otra vez. Le regaló una sonrisa fingida al pequeño, aunque se vió más como una mueca.

—Claro que sí, ¿Por qué lo preguntas? Recuerda que mientras estemos juntos todo saldrá bien, ¿de acuerdo? Somos nosotros contra el mundo. ¿Recuerdas? Tú Superman y yo Supergirl.

—El cuatro ojos me dijo que estamos jodidos, pero que aún así no le prestara atención a los otros, solo a tí, porque dijo que eras valiente.

Inevitablemente las mejillas de Sullie se tornaron en un sonrojo que hizo sonreír pícaramente al menor.

—¿Encerio te dijo eso?

—Sí. Umm, espera...¿Te gusta el cuatro ojos? Ay por supuesto que sí, ¡Ya bésense!

—¡Kang Suk Joi!

—¡No mientas! ¡Porque sabes que es verdad! ¡Te gusta! ¡Lo amas! ¡Eun Hyuk! ¡Eun Hyuk! ¡Amor de mi vida! ¡Guapo casémonos! ¡Sueño contigo todas las noches!— molestaba Suk a la pelinegra, en un falso intento de imitar su voz y hacer mímicas exajeradas.

La chica lo tomó por el torso atrayéndolo hacía ella. Le dió un beso en la frente, peinando su cabello liso con una sonrisa. Miró sus pequeños ojitos rasgados y sus cachetes carmesí, iguales a los de Anne.

—Quiero que sepas que te quiero de aquí al infinito, mi corazón, no pienses cosas malas, saldremos de esta, ¿Sí? Recuerda que aún hay que ir a llevarle flores a Annie, quedamos en llevarle Hortensias, sus favoritas.

—Estoy seguro de que lo lograremos. Yo siempre confío en tí, Sumi.

Sullie sacó de uno de sus bolsillos un pequeño papel, para luego mostrárselo a Suk, recibiendo una mirada extrañada por parte de el. La mayor le sonrió y lo dejó en sus manos, para que el más pequeño se diera cuenta de lo que era, una estampilla.

—¿Te gusta? La encontré en uno de los libros de Anne, los que me mandó J. Willy Williams. La caricatura se parecía mucho a tí, así que supuse que te agradaría.

—¡Sii! Está muy bonita.— la miró ilusionado unos cuantos segundos, en los cuales le pidió a la joven que le hiciera el favor de pegársela en el suéter.

𝐄𝐅𝐈𝐌𝐄𝐑𝐎 | Sweet Home.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora