Cap 7.

151 15 1
                                    

El tiempo siguió pasando, y Abril hubiera querido que algo de su relación cambiará luego de aquel pequeño beso que Juan le había dado, pero para su suerte, o desgracia, no avanzaron mucho más.

Si, solían salir caminando de la mano, y las muestras de afecto de el mayor, como los abrazos o los mimos en el cabello, aumentaron, y a Abril le encantaban.

Pero no hubo más besos, al menos no en los labios, a veces Juan dejaba un beso en su frente al dormir o en su mejilla al despedirse.

Y Abril quería besarlo con muchas ganas, pero era muy tímida, se sentía muy torpe e insegura para dar un simple paso y besarlo de una vez.

"Sólo ve y bésalo" le dijo AG, cansada de que estuviera todo el día pensando en los besuqueos con su compañero de cuarto.

"Como si fuera tan fácil".

"Sólo tienes que ir y comerle la boca, cobarde".

"Prueba besándolo tú a ver si es tan fácil, AG" Abril rodó los ojos.

"Soy lesbiana, no voy a besar hombres".

Abril decidió ignorarla, tuvo que esperar hasta las seis de la tarde para que Juan terminara sus clases y regresará al cuarto, con escuchar sus pasos fue hacia la puerta para mirarlo con los mejores ojitos de cachorro triste que pudo poner.

Funcionaron en seguida porque Juan la miró e hizo un leve puchero, cerrando la puerta detrás de ella.

—Owww Abs —tomó sus mejillas con suavidad, acariciándolas con sus pulgares, de inmediato el castaño sonrió —¿Tienes Mimitis?

—¿Mimitis?

—Falta de mimos, puede ser crónica, muy grave.

—Creo que tengo mimitis —dijo, asintiendo.

Juan dejo un besito en su frente.

—Vamos que te doy abrazos y mimos para tu mimitis, Abs—dijo, tomando su mano y yendo hacia el dormitorio, se quitó su abrigo y dejó el bolso de la universidad a un lado, para luego echarse, junto con la menor, sobre su cama.

Abril apoyó su mejilla sobre el pecho de el mayor, y podía escuchar sus tranquilos latidos, estaba muy calentita, y en el frío de principios invierno se sentía más hermoso, rodeó su cintura con cariño, mientras Juan hacía lo mismo con sus hombros, y dejaba mimos sobre su cabello.

—Eres como un perrito que no vió a su dueño en todo el día —comentó Juan con gracia.

—Me estaba sintiendo algo mal.

—¿Por qué? ¿Qué te duele? ¿La cabeza de nuevo?

—No, no... —tomó aire antes de decirlo—. Juan... Me preguntaba, ¿Por qué no volviste a besarme?

—Porque quiero que me digas que estás segura de ello.

>> No quiero besarte, hacerte sentir incómoda, o alertar a alguno de tus protectores, y terminar besando a Bunny... O a AG.

—Eso es un asco, iugh—dijo AG—. Lo siento —habló Abril de nuevo.

—Está bien, Abs —dijo Juan, dejó otro besito sobre su cabeza—. No quiero tampoco que un beso sea un desencadenante y te pongas mal, quiero estar completamente segura que estarás bien, que nada te traerá malos recuerdos, ni flasbacks, nada que pueda lastimarte de nuevo, porque no quiero lastimarte.

—Juan, he besado a otras personas antes y he sido yo, por más que... En ese momento no sabía de los demás Alters ni nada... Nunca me pasó nada malo por un beso, y menos si es que en serio quiero besarte.

The Alters.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora