I Want To Ruin Our Friendship/ 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐬𝐚 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

XXI

TW: Ataque de pánico, amenazas y mención de acoso

— Enserio siento lo de Galliard. — habla Pieck al otro lado de la línea.

Están a punto de dar las siete de la mañana y ninguna de las dos podía dormir desde las cinco, así que aquí estamos, hablando antes de que suenen los despertadores mientras trato de sacarle todo lo que pasó con su ex una vez que yo me fui del patio.

— Está bien, no fue tan malo. — respondo en medio de un susurro, pues tengo miedo de que mi mamá me descubra. — Algo raro, pero nada más.

Podría jurar que mi amiga está enterrando su rostro en una almohada porque lo siguiente que dice se escucha algo amortiguado.

— Qué vergüenza. — murmura. — No entiendo nada.

Suelto una risita y me acomodo mejor en mi cama, mi alarma no tarda en sonar así que comienzo a estirarme para desperezarme.

— ¿Quedaron en algo? ¿Arreglaron las cosas? — pregunto. — Porque si algo tengo para decir es que él sigue queriéndote, es algo idiota y no se me olvida que te lastimó... así que realmente no te culparé si no quieres perdonarlo... pero me da curiosidad saber cuál fue el desenlace.

Un profundo suspiro se escucha al otro lado de la línea junto con un sonido que me hace pensar en que es la alarma de Pieck.

— Dijimos que lo intentaríamos de nuevo... Porco quería ir directo a lo que teníamos... pero le dije que había que tomarlo con calma. — Habla ella con un tono que no sé si es de alivio o tristeza.

— ¿Y estás bien con ello? — pregunto mientras comienzo tomar mi ropa para ir al baño.

— Supongo que sí... — habla. — gracias por escucharme Liv.

— No hay nada que agradecer, soy tu amiga, para eso estoy. — sonrío, aunque sé que no puede verme. — Además, debo de admitir que todo esto me mantiene con la mente centrada en líos amorosos que no son los míos, debo agradecerte eso.

Escucho una leve risita, yo también me río, pues realmente no se me ocurre qué más hacer, la otra opción es volver a mi cama y llorar, pero no creo que sea una muy buena idea realmente, me siento tan cansada que hasta llorar supone un esfuerzo que no me siento dispuesta a hacer.

— Cuando gustes, ya sabes, para eso están los amigos. — responde ella. — Aunque realmente creo que deberías solucionar tus problemas amorosos antes de que te lastimen más.

— Estaré bien, Finger. — respondo sin ser capaz de creérmelo al cien. — Siempre estoy bien al final.

***

Una vez bañada y desayunada, me encuentro camino a la escuela junto con Mikasa. Ambas caminamos a la parada del bus sumidas en una plática bastante trivial acerca de uno de los últimos capítulos de una serie que estamos viendo juntas, es divertido y relajado y ambas estamos riendo un poco mientras hablamos del plot twist que nos dejó llorando por unos sólidos diez minutos mientras su hermano nos miraba extrañado desde la cocina.

— Oh Dios, como detesto a ese sujeto, que alguien por favor termine con él en los próximos capítulos. — se queja mi mejor amiga. — Mientras más rápido sea mejor.

Suelto una risa y le doy la razón. El bus se para frente a nosotras y ambas nos apresuramos a subir a él, pasamos nuestras tarjetas y nos sentamos en los primeros lugares que vemos disponibles, seguimos hablando, sólo me distraigo cuando mi teléfono comienza a vibrar repetidas veces y escucho el tono que me indica que tengo mensajes nuevos. Son de Marco.