cap 3

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Draco se encontraba en un estado de confusión y excitación debido a sus encuentros clandestinos con George Weasley. Eran momentos robados y llenos de picardía, desde besos furtivos hasta coqueteos discretos y ligeras tentaciones. Día tras día, cada pequeña interacción con George aumentaba su fascinación. Sin embargo, no anhelaba un avance abrupto de su relación, considerablemente discreta. Draco prefería mantener un ritmo lento, disfrutar de cada instante sin precipitaciones, y dejar que la relación avanzara con una meticulosidad que le permitiera calcular cada paso hasta que George estuviera listo para hacer oficial su relación.

Aquella mañana, se encontraba en medio de una clase con el Guardabosques. Este era Hagrid, un medio gigante y conocido por ser uno de los mejores amigos de Harry Potter. Draco escuchaba con palpable desinterés, la explicación acerca de una criatura que para él era del todo soporífera.

De repente, Hagrid anunció, "Bueno, y sin más, Harry y Draco".

"¿Cómo?" Exclamó Draco, levantándose de un salto contra el árbol que le servía de improvisado respaldo.

"Parece que no estabas prestando atención, Malfoy," afirmó Hagrid con una calma inmutable a pesar del evidente desdén de Draco. "A partir de ahora, en mi clase, trabajaréis en grupos de dos", declaró el hombre con una sonrisa.

"¿Pero por qué con Sam Potter?" Protestó Draco, notablemente molesto.

Hagrid pareció considerar la objeción de Draco y se rascó la cabeza pensativo. "Bueno, si no quieres trabajar con Harry... ¿Qué tal con Ron Weasley?"

Con Ron Weasley, ese pensamiento resultó ser demasiado para Draco. ¿Acaso era una broma? "Prefiero quedarme con Sam Potter", decidió Draco, eligiendo el menor de dos males.

Aparentemente, Draco prefería trabajar con Harry en lugar de Ron. Como recientemente se había acercado a George Weasley, no quería hacer nada que pudiera poner en peligro su relación oculta.

Una vez finalizada la clase, Draco fue a buscar a George. Lo encontró en la biblioteca, estudiando para un examen. Draco se acercó a George Weasley de manera discreta y coqueta, tratando de aligerar su mal humor.

"George", susurró Draco, acercándose más al oído de George. "Tendré que trabajar con Sam Potter en la clase de Hagrid. Justo cuando pensaba que el día no podía ser peor".

George sonrió, volteando para mirar a Draco. "Al menos no es con mi hermano Ron, ¿verdad Draco?"

Aunque a Draco no le gustaba la idea de trabajar con Harry, sabía que George tenía razón. Después de todo, podía manejar a Harry, y además, cualquier cosa era mejor que poner en peligro su relación secreta con George.

Draco soltó un suspiro frustrado, "Sí, supongo que tienes razón. Pero eso no mejora mucho las cosas."

George trató de calmar su frustración con una risita y bromeó: "Oh, vamos Draco, ¿qué sería de la vida sin un poco de drama? ¿No les da eso algo interesante para discutir? Además, siempre podrías intentar hacer que Harry haga todo el trabajo. Así tendrías más tiempo libre para... ya sabes..."

Draco entrecerró los ojos, sospechando que George estaba tratando de desviar la conversación hacia su relación. Aun así, no pudo evitar la pequeña sonrisa que se apoderó de sus labios ante las palabras de George. Esa era una de las cosas que le gustaba de George, su habilidad para hacerle sonreír incluso en los momentos más frustrantes.

"Tal vez tenga un punto ahí, Weasley", concedió Draco. "Prometo que trataré de ver el lado bueno de las cosas."

"Espero que lo hagas", dijo George, animándolo mientras volvía su mirada a los libros para continuar con su estudio, "Después de todo, siempre es más interesante cuando hay un desafío".

DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora