DRACO MALFOY

cap 14

Después del incidente casi fatal con el acosador Robert Clinton, quien había sido detenido por George en un acto de defensa, Draco se sentía abrumado por una mezcla de emociones.

Draco se encontraba rodeado por los fuertes brazos de George Weasley, un refugio en medio de la tormenta emocional que lo aquejaba. Sentía cómo George acariciaba su vientre con ternura, y los pequeños besos en su cuello provocaban una sensación de calidez que se entremezclaba con la tensión que aún residía en su cuerpo. Aunque Draco quería mantener su actitud distante, no podía evitar sentir que esos gestos eran adorables, a pesar de que su orgullo le impedía admitirlo.

Las feromonas que George emitía envolvían a Draco, un recordatorio olfativo de la conexión profunda que compartían. Aunque Draco se resistiera, su cuerpo respondía a la presencia de George de una manera instintiva. La idea de que otro hombre, como Robert Clinton, hubiera osado tocarlo volvía a George furioso. La necesidad de marcar su territorio, de proteger a Draco, ardía en su interior.

Los labios de George se deslizaban suavemente por el cuello de Draco, un gesto cargado de cariño y deseo. George estaba decidido a aferrarse a Draco, a demostrarle que esta vez no lo dejaría ir. Sentía que había cometido errores en el pasado, pero ahora estaba dispuesto a luchar por su relación, por el amor que compartían. La simple idea de perder a Draco lo aterraba más que nunca.

Mientras tanto, Draco se perdía en sus pensamientos, intentando entender cómo había llegado a esa situación. La tienda Sortilegios Weasley parecía un lugar seguro y extrañamente reconfortante, un reflejo de la relación entre los hermanos Weasley. Pero lo que más lo desconcertaba era cómo había llegado a la situación en la que George lo sostenía, cómo había permitido que George lo envolviera de esa manera. El torbellino de emociones que lo embargaba lo dejaba aturdido.

Finalmente, Draco reunió el valor para hablar. Mientras George lo mantenía en su abrazo, susurró con voz suave y temblorosa: "Por favor, suéltame, George". Las palabras eran una mezcla de deseos contradictorios: el anhelo de liberarse de la vulnerabilidad que sentía en esos brazos y, al mismo tiempo, la necesidad de estar cerca de George.

George mantuvo sus labios en el cuello de Draco, inhalando su delicioso aroma mientras su ceño se fruncía levemente. El agarre de George en el vientre de Draco se volvió más seguro pero aún suave, transmitiendo la firmeza de su determinación de no soltarlo. Las manos de Draco se posaron encima de las manos de George, intentando alejarlas de él, mostrando la lucha interna que estaba experimentando.

A pesar de las resistencias de Draco, George ansiaba cada toque, cada contacto con él. Sabía que Draco lo deseaba, a pesar de las negaciones y las dudas que los separaban. Las palabras de George brotaron entre sus alientos entrecortados, una confesión de sus errores y su amor. "Cometí un error", reconoció George, el peso del arrepentimiento en su voz. Cada palabra que salía de los labios de George resonaba en el aire cargado de emociones, derribando las barreras que habían construido entre ellos.

El aliento cálido de George creó un estremecimiento que recorrió todo el cuerpo de Draco, como una ráfaga de calor que lo envolvía. Las palabras de George eran como el golpeteo constante de la lluvia, erosionando las defensas de Draco. El orgullo que Draco había mantenido por tanto tiempo se tambaleaba ante la sinceridad y la vulnerabilidad de George.

"Me dejé llevar por los celos, por los malditos rumores", admitió George, su tono lleno de frustración por sus propias acciones pasadas. Sus palabras eran un puente que conectaba sus corazones, un intento de sanar las heridas del pasado. "Cuando supe que estabas embarazado y que Harry era el padre, me volví loco", continuó George, exponiendo la tormenta emocional que lo había consumido.