cap 8

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La noticia del embarazo de Draco Malfoy se propagó por Hogwarts como un incendio forestal. En cuestión de minutos, todos parecían estar al tanto de la situación. La tensión en el aire era palpable, y la relación entre Harry y los Weasley se había vuelto extremadamente tensa. Ron seguía enfurecido con Harry, y George parecía cargar con un odio intenso hacia él.

La hostilidad se hizo evidente cuando George, incapaz de contener su enojo, le propinó un puñetazo a Harry y le espetó con voz temblorosa de furia, "¿Por qué, por qué entre todos los omegas tenías que elegir a Malfoy?" Las palabras de George estaban cargadas de desprecio y resentimiento, transmitiendo toda la amargura que sentía hacia Harry. Fred, preocupado, se interpuso entre su hermano y Harry, intentando detener cualquier acto de violencia.

En medio del caos y la confusión reinante, Hermione se esforzó por intervenir y calmar los ánimos exaltados. Con paso decidido, se acercó a George, buscando detenerlo y transmitirle con serenidad que la situación no era tan simple como se antojaba. Para ella resultaba desconcertante entender por qué George reaccionaba así, pues si bien se podía esperar tal comportamiento de Ron, sorprendía que su hermano se agitara tanto al enterarse de que Draco estaba embarazado. Lo que nadie sabía era que George amaba a Draco desmesuradamente, al punto de no poder aceptar que él no era el padre del bebé que Draco llevaba en su vientre, sino Harry. El corazón de George quedó hecho añicos; aquella pequeña criatura, a quien él tanto adoraba, se había convertido en el ser más importante de su existencia y, ahora, lo había perdido para siempre. Los celos implacables lo habían llevado a apartar a Draco de su vida irremediablemente.

George apretó sus puños con furia y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos mientras apartaba a su hermano, quien intentaba frenarlo para que no golpeara a Harry. Con una ira desatada, caminó lleno de amargura hacia el lugar donde Harry yacía en el suelo, tras el golpe que le había propinado. Se inclinó, agarrándolo del cuello de forma violenta, y lo amenazó con voz cargada de odio y resentimiento: "Te advierto que te conviene hacerte responsable de Draco y su hijo, porque si no lo haces, personalmente me aseguraré de que tu vida se convierta en un verdadero infierno". Sus palabras, impregnadas de rencor, resonaron en el aire mientras George abandonaba la habitación, dejando a todos atónitos y perplejos ante tan desgarradoras escenas de dolor y rabia.

La sala quedó en silencio tras las palabras de George. Hermione miró a Harry, quien estaba en el suelo, sorprendido y confundido por lo que acababa de suceder. La tensión en el ambiente era palpable, y nadie sabía cómo reaccionar ante la reacción intensa de George.

Hermione se arrodilló junto a Harry, preocupada por su bienestar. "Harry, ¿estás bien? ¿Necesitas ayuda?"

Harry asintió lentamente, tratando de recobrar su compostura. "Sí, estoy bien. Solo me tomó por sorpresa todo esto."

Mientras tanto, en su camino fuera de la habitación, George estaba luchando internamente con sus emociones. Sus puños seguían apretados y las lágrimas corrían por sus mejillas. A pesar de su enojo y frustración, no podía evitar sentir una profunda tristeza por haber perdido a Draco de una manera que nunca había imaginado.

En su mente, las palabras de Hermione resonaban, recordándole que las situaciones podían ser más complejas de lo que parecían. Pero también sabía que su amor por Draco era real, y enfrentar la realidad de que no sería el padre del bebé de Draco le partía el corazón.

Mientras tanto,  Fred observaba a su hermano George con preocupación. Había visto la intensidad de las emociones de George, y aunque no entendía completamente lo que estaba sucediendo, sabía que algo estaba afectando profundamente a su hermano.

Fred, visiblemente preocupado por el estado de su hermano, se acercó con cautela a la habitación que compartían. Observó a George, quien se encontraba sentado en el borde de la ventana, sumido en una profunda tristeza y con lágrimas que se deslizaban por sus mejillas. A pesar del dolor que lo embargaba, George se percató de la presencia de su gemelo, aunque no dirigió su mirada hacia él. Su vista parecía perdida en el vacío.

Fred se acercó lentamente y se sentó a su lado, sin saber muy bien cómo abordar la situación. Era la primera vez que se sentía tan perdido al tratar de encontrar las palabras adecuadas para reconfortar a su hermano. Finalmente, decidió romper el silencio y tomar un respiro antes de hablar.

"George..." comenzó Fred, su voz temblorosa y llena de preocupación, "¿qué ha pasado? ¿Qué te ha llevado a sentirte así?" Las palabras salían con dificultad, pero Fred sabía que era importante darle a George la oportunidad de desahogarse.

George suspiró profundamente y, con la voz entrecortada por la emoción, confesó algo que había estado guardando en lo más profundo de su corazón: "Tuve una relación con Draco, Fred", dijo, su voz temblorosa revelando la carga emocional que llevaba consigo. "Él era el amor de mi vida, mi alma gemela".

La revelación dejó a Fred sin palabras, sorprendido por la revelación de su hermano. No sabía cómo reaccionar o qué decir. 

Fred miraba a su hermano George con tristeza en sus ojos, dándose cuenta de que su relación oculta con Malfoy había afectado profundamente a George. George nunca le había revelado sobre esta relación por miedo y ahora se sentía culpable por no haber sido un buen hermano en ese aspecto. Pero Fred sabía que ya era tarde para cambiar el pasado, y lo más importante era apoyar a su hermano en ese momento difícil.

En un susurro, George compartió con Fred sus sentimientos encontrados. No sentía odio hacia Harry, pero tampoco podía recuperar la inocencia en su relación. Sentía que le habían arrebatado lo que más amaba y sabía que no era culpa de nadie más que de él mismo. Fred, con todo su amor fraternal, abrazó a George con fuerza, dejándole claro que siempre estaría ahí para él, apoyándolo en todo lo que necesitara. George lloró en los brazos de Fred, susurrando en medio de su dolor. "Hermano, lo perdí. Perdí a Draco, perdí al amor de mi vida".

Fred acarició suavemente la espalda de George mientras lo abrazaba más fuerte, tratando de consolarlo en medio de su dolor desgarrador. Las lágrimas caían de los ojos de ambos hermanos, compartiendo juntos la tristeza y la angustia.

"George, hermano, lamento tanto que estés pasando por esto", susurró Fred con voz cargada de empatía.

George se separó un poco del abrazo de su hermano, pero aún mantenía su agarre en su camisa, buscando consuelo en su presencia. "Siento tanto haber llevado este secreto en silencio, Fred. Tenía miedo de que me juzgaras o te alejaras de mí. Pero ahora lo he perdido todo, he perdido a Draco".

Fred le miró con ternura, limpiando las lágrimas de su hermano. "Nunca te alejaré, George. Eres mi gemelo, mi mejor amigo y siempre estaré aquí para ti. Aunque hayas perdido a Draco, no has perdido el amor que compartimos como hermanos. Y eso es algo que nadie puede arrebatarnos".

George asintió con tristeza, comprendiendo las palabras reconfortantes de Fred. Sabía que iba a llevar tiempo sanar su corazón roto, pero se aferraba a la certeza de que tenía un apoyo incondicional en su gemelo.

"Gracias, Fred", susurró George, su voz temblorosa pero llena de gratitud. "No sé cómo seguir adelante, pero estoy agradecido de tener a alguien como tú a mi lado".

DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora