cap 2

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George se deslizó sigilosamente hacia la torre de Gryffindor, cuidando cada paso para no llamar la atención. Al llegar a su habitación compartida con Fred  y Lee, su corazón latía con fuerza, temiendo que descubrieran su encuentro con Draco Malfoy.

Sin perder tiempo, se dirigió directamente al baño y se despojó de toda la ropa que llevaba puesta. Aunque había tomado una ducha para eliminar cualquier rastro del aroma de Draco, George aún podía percibir su presencia en la tela de su ropa.

Las gotas frías de agua resbalaban por su cuerpo musculoso, George se esforzaba por despejar su mente de los recuerdos del ardiente encuentro con el pequeño omega en el baño. Se negaba a permitir que sus instintos y pasiones más primitivas como alfa controlaran su vida de nuevo.

George se deslizó sigilosamente hacia la torre de Gryffindor, cada paso que daba se llenaba de tensión y ansiedad. Había vivido un  inespersdo encuentro con Draco Malfoy y su corazón latía con fuerza, temiendo que alguien descubriera aquel aridente secreto que ahora lo hunia con Malfoy.

Finalmente, envuelto en una toalla, George salió del baño y se encontró con una sorpresa inesperada. Fred y Lee estaban sentados en su cama, observándolo con una sonrisa pícara en sus rostros. George se sintió vulnerable e invadido, y su primera reacción fue la defensiva.

"¿Qué diablos hacen aquí?", exclamó George, su voz llena de sorpresa y frustración.

Fred rió entre dientes, y respondió con una mezcla de diversión y curiosidad: "Oh, George, yo iba a preguntarte lo mismo. ¿Dónde has estado?"

La sonrisa traviesa de Lee Jordan no hizo más que incrementar la incomodidad de George, quien se sentía expuesto y vulnerable. "Parece que tuviste una noche muy interesante", comentó Lee con complicidad.

George se defendió, tratando de ocultar su incomodidad. "No es lo que piensan. No tienen derecho a invadir mi privacidad", respondió mientras su mirada evitaba a sus amigos.

Sin embargo, Fred y Lee no buscaban juzgar a George. Se acercaron a él en un intento de apoyo y comprensión.

"Tranquilo, hermano. No te estamos juzgando", dijo Fred suavemente mientras se acercaba. "Todos hemos tenido nuestras pequeñas escapadas. Solo queremos asegurarnos de que estés bien".

George intentó controlar sus emociones, consciente de que estaban preocupados por él. "Estoy bien, de verdad. Solo necesitaba un poco de tiempo para mí mismo", aseguró tratando de sonar convincente.

Pero Fred, siempre juguetón y perspicaz, señaló los chupetes en el cuerpo de George, esbozando una sonrisa traviesa en su rostro. "¿Y esos? ¿Fueron parte de tu 'tiempo para ti mismo'?", preguntó con picardía y diversión evidentes en su voz.

George tragó saliva, sintiéndose más incómodo que nunca. "Eso no es asunto tuyo, Fred", respondió en un tono más serio.

Fred rodó los ojos con entretenimiento, consciente de que su hermano había tenido una noche apasionada. Sabía que sería mejor no presionar a George con demasiadas preguntas. En su lugar, decidió jugar su papel de siempre y brindar apoyo.

"Bueno, George, de seguro nadie notará los chupetes en tu cuello, pero si alguien pregunta qué te pasó en el labio diremos que fuistes atacado por un borggad", dijo guiñándole un ojo de manera cómplice, tratando de aliviar la tensión en el ambiente.

George esbozó una sonrisa leve, agradecido por tener a su hermano Fred y a Lee a su lado, brindándole apoyo mientras trataba de comprender y aceptar su propia experiencia. Aunque se sentía incómodo y confundido, sabía que podía confiar en su amistad y en su apoyo incondicional. Sin embargo, también era consciente de que ciertas cosas debía mantenerlas guardadas para sí mismo. George había llegado a su cuarto a las 5 a.m., sin tener ni un momento para descansar. Faltar a clases con Snape por dormir unas pocas horas no era una opción.

DRACO MALFOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora