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Diana:

"No dejare que otro hombre la toque"

Los latidos de mi corazón los oigo en mis orejas después de su declaración y su expresión me deja más intrigada, miro sus ojos buscando descifrar burla, pero la mirada que me lanza es la de un hombre celoso.

—¿Por qué? —Pregunto cuando encuentro voz para dirigirme a él. —¿Por qué te tomas la libertad de decidir por tu reina?

No responde.

—¿Rechazas una solicitud dado por tu reina?

Se percata enseguida. —Nunca fue mi intención darle la contraria, pero...

—Pero que...

Acabo con la corta distancia que nos separa y le miro la boca.

Pensé que no hablaríamos de esto.

Yo también...

Quiero besarlo de nuevo, quiero hacerlo y quiero sentirme más viva que antes.

Pero...

Nuestras bocas no llegan a tocarse porque en el segundo en que lo harán, el voltea el rostro mientras aprieta la mandíbula y tiene los ojos cerrados.

Una sonrisa de decepción cruza mis labios.

—Pídame lo que sea, pero esto no puedo cumplírselo. —Abre los ojos y me mira, prácticamente suplicando.

Sería fácil para mi revelarle a Chuck mi deseo ahora mismo, pero no quiero ser sexo por compromiso, quiero sentirme deseada y amada, no por una orden sino por el hambre de un hombre al poseerme.

—Saldré.—Sonrio y me dirijo a la puerta, antes de salir doy la orden. —Que alisten mi carruaje y esta vez, iré yo sola.



(***)



—¿Vino a supervisar como va mi papel de reina? —La reina de Arcaría me recibe en la entrada de su palacio.

Lleva un vestido largo color pastel de hombros caídos, lleva un collar de perlas en el cuello y el cabello recogido con un broche dorado que combina con la corona.

—No lo necesita, princesa. —Aclaro. —Se ve como toda una reina.

Se ruboriza.

Y mira detrás de mí. —¿Su lacayo no la acompaña?

—No, hoy no lo requiero.



(***)



—Ocupo cada fin de semana en visitar la aldea y accedo a escuchar solicitudes que incomoden a las personas del reino... creo que la estoy aburriendo.

—Vine para escucharla, siga por favor. —Insiste Alexis de Arcaría.

—Me ha ayudado bastante, reina Diana y las puertas del reino de Arcaría siempre estarán abiertos para usted... sin embargo soy curiosa por preguntar si todo está bien.

—Lo está, ahora que he establecido cambios lo estará.... Mis pulmones necesitaban un respiro. —Respondo. —Aire lejos Obsidiana.

—Intuyo que posiblemente le atormentan esos cambios ..

En los zapatos de la Reina (#4 Amores en la realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora