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//                              Capítulo 11                              //

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El castaño despertó al sentir un golpe fuerte. Se levantó y se dio cuenta de que estaba en el suelo. Arriba de la cama, Nakahara lo miraba bastante enojado, y rojo de la rabia y vergüenza. Osamu suspiró mientras se acomodaba en el suelo y miraba al menor, el cual también tenía sus ojos fijos en él, con odio. El pelirrojo no tardó en exclamar:

—¡¿Por qué mierdas dormimos abrazados?!

—¿No te acuerdas de nada? ¿Tan borracho ibas?

—Tengo leves recuerdos... pero, contesta mi pregunta.

—Tan solo nos besamos.

—¿¡Que hicimos qué!?

El rostro del pelirrojo quedó completamente sonrojado al oír eso. De la ira, también, le lanzó un cojín a Dazai, el cual lo esquivó con facilidad.

Por fuera, Chuuya aparentaba estar completamente enfadado con Osamu por haber permitido que se besaran cuando el pelirrojo estaba borracho, pero, por dentro, no le hubiese molestado recordarlo.

—Sí, pero cálmate — rió un poco antes su reacción, burlón —. Fue un besito de nada, el cual lo podemos repetir siempre que quieras — lo último lo añadió con un tono y una mirada coqueta, guiñando un ojo.

Ese acto no hizo nada más que enfurecer a Chuuya, quien simplemente se levantó y abandonó la sala. El castaño suspiró mientras lo observaba irse.

—Está loco por mí.

En la otra punta del pasillo, Akutagawa y Atsushi comenzaban a despertar. El azabache no solía dormir tanto, pero esa vez hizo una excepción y no se despertó hasta las 10 de la mañana. Debido a sus movimientos, hizo que el albino también comenzase a despertar.

Al darse cuenta de que durmieron en la misma cama, Atsushi no pudo hacer nada más que sonrojarse y cubrirse hasta el pelo con las sábanas. Akutagawa empezaba a salir de la cama en silencio e ir a por su ropa para cambiarse.

—Voy a cambiarme — anunció —. No mires.

El pobre del agente no oyó esas palabras, pues en su mente solo entraba: "Dormí abrazado a Akutagawa. Dormí abrazado a Akutagawa. Dormí abrazado a Akutagawa". Entonces, cuando se decidió a salir de las sábanas, el azabache aún se estaba cambiando.

Soltó un chillido al verlo vestirse y volvió a cubrirse entero bajo las sábanas. Akutagawa suspiró.

—Si tantas ganas tenías de verme, tan solo me lo podrías haber pedido.

—¡No es eso! — estaba completamente sonrojado y avergonzado bajo las sábanas —. No sabía que te estabas cambiando.

—Te lo dije.

—No lo habría escuchado.

El mafioso siguió cambiándose. Una vez terminó, avisó a Atsushi y salió de la habitación para dejar que este se vistiera tranquilamente. El albino tardó un par de segundos en salir de las sábanas, para después empezar a cambiarse de ropa.

Los niños amanecieron normalmente. Kyouka llevaba despierta desde hacía unas horas, Yumeno se empezaba a levantar y, con ello, sacudía a Elise para que despertase. Kenji dormía tranquilamente en la cama, y muy profundamente.

—¡Elise, arriba! ¡Vayamos a desayunar! — siguió sacudiéndola, pero la pequeña no parecía muy dispuesta a querer dejar la cama —. Si no despiertas voy a colorearte la cara.

—¡Qué lindo día hace! — la rubia despertó de golpe con una pequeña sonrisa en su cara. Yumeno le siguió la sonrisa. 

Empezaron a prepararse para ir a desayunar, mientras Kyouka esperaba con paciencia, pues ella ya estaba lista desde hacía tiempo.

—Kyouka, despierta a Kenji — ordenó Elise.

Esta suspiró y empezó a sacudir al rubio. No parecía que iba a despertar, así que tuvo que ser más brusca y tirar de sus mantas para que cayera al suelo. Ahí empezó a moverse. 

—¿Qué pasa? — preguntó mientras frotaba sus ojos.

—Vamos a desayunar — contestó Kyouka.

Esas palabras bastaron para que los ojos del pecoso brillasen con intensidad. Se levantó de la cama de un salto, exclamando:

—¡Sííí! Vamos, vamos — tomó del brazo a Kyouka, mientras la arrastraba por la casa.

Elise y Yumeno les siguieron el paso por detrás, algo más calmados.

—¿Deberíamos decirle a Kenji que va en pijama? — preguntó Elise, mirando al contrario.

—Nah. Se ve feliz.

La rubia se encogió de hombros y ambos siguieron caminando hasta llegar a la cocina.

Ahí estaban los 4 solos, pues Chuuya dejó una nota diciendo que salió a comprar con Atsushi, Akutagawa estaría entrenando y vete a saber tú donde se hallaba Dazai.

Aprovecharon eso para designarse a ellos mismos "dueños de la casa" hasta que llegasen los mayores. Para empezar, tomaron galletas, leche y vasos y comenzaron a preparar su desayuno.

Tan sólo era leche con galletas, pero, aún así, casi explotan la cocina por haber dejado la cuchara de metal dentro del vaso de leche al ponerlo en el microondas. Si no fuese por Kyouka, que se acordó y la sacó de ahí, la hubiesen liado.

Luego de eso, casi derraman sus vasos de leche varias veces, pero lograron llegar al comedor sin comente ningún accidente. Ahí desayunaron y después de fueron a ver los dibujos en el salón.

—¿Qué queréis ver? — Elise tomó el mando de la tele y fue pasando los canales.

—¡Esto, esto! — exclamó Kenji, haciendo que Elise se detuviera en ese programa.

Dora la Exploradora.

Todos los niños parecían encantados con la elección. Kyouka suspiró bajo, pero no se quejó mucho.

Yumeno y Elise parecían desesperarse a veces por la ceguera de la chica que aparecía en pantalla, mientras que Kenji contestaba a las preguntas en voz alta y Kyouka observaba en silencio.

No pudieron finalizar de ver el programa, pues la puerta se abrió y de ella entraron el albino y el pelirrojo. Lo cierto es que todos los niños, excepto Kenji, estaban aliviados de que ya estuvieran ahí, pues se empezaban a cansar dle programa, pero eran incapaces de decirle al rubio que no lo querían seguir viendo.

Mandaron a los dos más mayores a ayudar con la compra, mientras que Elise y Yumeno se iban a la sala de juegos a jugar con las Barbies de la niña.

Ese día prosiguió normal como siempre, al caer el sol estaban todos reunidos en casa. Costó bastante hacer que los 8 estuvieran juntos para comer, pero lo lograron al cabo de media hora.

Iban a empezar la comida, cuando oyeron que alguien llamaba al timbre de la casa.

Vacaciones - Bungou Stray DogsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora