Capítulo veintiuno

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Ese día, supe que algo iba mal en el segundo en el que mi pie simplemente se resbaló en la alfombra del baño y lo próximo que logré recordar fue despertarme en el suelo con un codo sangrante y un dolor punzante en mi cadera.


Traté de no decirles a los demás. Tanto Layla como el resto de las mujeres en la casa estaban lo suficientemente preocupadas ya. Sin embargo, las cosas empeoraron.


La visión borrosa. Las migrañas. Las náuseas. El hambre.


Todo estaba allí, gritando fuerte y claro lo que yo aún no estaba lista para escuchar. Diciéndome que aunque muchas cosas estén pasando y aunque muchas cosas faltan aún por pasar, había algo nuevo formándose en este mundo.


Algo dentro de mí.


Pero no era el mejor momento. No ahora que la vida del hombre al que deseo prometer mi vida está en riesgo. No cuando sé que debo mantener la calma y no perder los nervios por cualquier provocación.


Porque aunque esté casi quemándome las pestañas por la anticipación, debía esperar.


Traté de ignorarlo, incluso era aún más notorio en los siguientes días, ahora que estaba sospechando más lo que estaba sucediéndome, los cambios en mí estaban comenzando a manifestarse.


Los primeros días después de la partida de nuestros hombres, todas estuvimos destrozadas. Layla se la pasó llorando durante horas y Lily estuvo junto a ella, sosteniéndola para que no se deshiciera en pedazos y fuera imposible lograr consolarla después. Quizás, la falta de Kendrick estaba afectándola aún más profundamente debido a las hormonas de su embarazo.


Hormonas que pronto me afectarían a mí también.


Contuve las lágrimas y abracé mi vientre aún plano. La idea de un niño, de una creatura con el rostro del hombre que amo, con su arrogancia, con sus características, calentaban mi corazón más allá de lo que yo estaba dispuesta a admitir.


Traté de calcular cuánto tiempo de embarazo llevaba. Arman y yo habíamos estado juntos por primera vez hacía tres meses y medio, cuando nos habíamos perdido en medio de la nieve y finalmente ambos sucumbimos por lo que sentíamos el uno por el otro. El recuerdo estaba tan fresco en mi memoria como si hubiese sucedido ayer.


Sabía que tenía que decirle a alguien de esto. La idea de un niño era hermosa pero estaba fuera de nuestros planes, y conociendo a mi hermano y el resto de hombres en nuestra nueva familia adoptiva, me iban a sobreproteger tanto que no me dejarían ni conseguir un vaso de agua por mí misma.


Tenía que tomar en cuenta también que Layla estaba embarazada. Quizás contarle a ella sería mi mejor opción porque en estos momentos, es la más atrevida de todas y quien fácilmente podría conseguirme una prueba de embarazo diciendo alguna de sus muy buenas mentiras. Además, eso serviría para que alejara su cabeza del dolor que estaba sufriendo ahora que Kendrick no estaba en casa.


Habíamos tenido noticias de ellos por última vez hacia siete horas. Los hombres se habían reportado obedientemente con nosotras como si se tratase de un soldado reportándose a su superior. Lo cual era tontamente adorable.  

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2015 ⏰

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The secret of my Soul - Holding you tight 03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora