El auto es prestado

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--Naturalmente las personas hacen caso cuando se hace eso, pero tu sí que tienes buenos pulmones, ¡auch! —rezondro el contrario, tapándose un oído, aunque aún lo apuntaba con su arma.

Hoseok lo miraba con miedo y obvio pánico escrito en su cara, cuerpo y alma.

--Dime lo que quieres y te lo daré, pero por favor, ¡no me mates! —suplico Hoseok como el más grande cobarde.

--Wow, y yo pensé que tomaría más trabajo. Joe no mintió cuando dijo que haciendo esto, la gente cooperaba. Aunque me dijo que ponían más esfuerzo, tu sí que eres una gallina. —menciono con simpleza mientras bajaba su arma y lo miraba con una mueca. --¿Cuántos años tienes?

--Tengo 23. —respondió Hoseok sin oponerse, porque obviamente estaba aterrado.

--Oh, hyung. —dijo alegremente el muchacho con una sonrisa alegre, pero sin dejar de lado su aura sexy que apostaba que las chicas babearían. —Pero dejemos las formalidades, estoy tomando tu auto prestado. Así que, ¿nombre?

--Jung Hoseok. —dijo rápidamente sin entender muy bien quien era este hombre o porque decía cosas sin sentido. —Por favor, no me mates.

--Te diré Hoseok. Taehyung, 22, pero dije fuera formalidades. —guardo en arma en la parte trasera de su pantalón y le hizo un ademan. —Ahora, dame las llaves.

Hoseok entonces, con la voz temblando dijo: --Puedes no robarme el auto, es que mi casa está muy lejos y no sabes cuanto pague por este bebe. Mi trabajo es una mierda, realmente sería un desastre no tener mi auto. Tendría que caminar mucho para llegar, seguro y llego tarde y me despiden y no pagare mi apartamento y viviré debajo de un puente. Por favor, déjame el auto y te doy el dinero de mi billetera.

El tal Taehyung frunció el ceño.

--No, quiero tu auto. —suspiro e hizo señas mientras comenzaba a hablar. Su mirada era relajada, pero sería mientras decía lo siguiente. —Créeme cuando te digo que tengo mucho dinero, no necesito el sueldo mínimo.

Hoseok comenzó a lagrimear.

--Pero estas robándome, seguro y necesitas más que yo. —se compadeció por el joven que lo miraba muy extrañado.

--Hoseok, no. Me estas malinterpretando. Tengo mucho dinero.

--¿Y por qué me estas robando? —sorbio su nariz y frunció el ceño en dirección al joven.

--No lo hago, estoy pidiendo prestado tu auto. Te lo devolveré con Joe. —declaro mientras suspiraba tratando de explicar algo como si Hoseok fuera un niño—Hoseok, hablo enserio con que tengo mucho dinero. En realidad, tengo dos autos en mi casa, pero me es imposible ir hasta allá si quiero hacer lo que quiero hacer.

Hoseok entonces se secó las lágrimas y miro al contrario con cara compungida a mas no poder. Entonces la furia se instaló en su sistema y comenzó a darle manotazos, quejándose: --Entonces... por qué... me... estas... robando...

En casa palabra había un golpe, donde Taehyung soltaba alaridos.

Sostuvo las manos del contrario y lo samaqueo: --Ya te dije que no te estoy robando, ¡prestado! Entiende, ¡prestado!

Hoseok se soltó con fuerza del agarre.

--Ibas a dispararme. —se quejó muy ofendido mirando a Taehyung como si fuera un monstruo.

--En realidad no, yo no hago ese trabajo sucio. Sin embargo, a Joe lo mande a avisarle a los demás de los problemas que hay. Tome el arma cuando pude y vine corriendo a este estacionamiento sin seguridad y vi este auto, solo espere para pedirlo.

Dos tontitos en fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora