Hace tres días

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Hace tres días: en el bar. 


--Tienes amigos extraños. —menciono Hoseok sacudiendo el brazo de Taehyung que estaba en el hombro.

--Por lo menos los tengo. —dijo llegando a la primera mesa.

Se sentó al frente de él con cara de pocos amigos, porque lo era, pero no admitiría eso.

--Y veo que me conoces tan bien, ladrón.

--Y sigues con eso. —Taehyung rodo los ojos. Alzo el brazo para llamar la atención de una camarera. —No te lo robe, como viste, solo quería un aventón.

--La manera más normal de pedirlo. —Hoseok bufo mientras la camarera hacia aparición y Taehyung pedía.

--Vodka, doble. Y para mi amigo... jugo de col y zanahoria para los nervios. Todo cárgalo a mi cuenta.

Hoseok sonrió con sarcasmo cuando el otro lo miraba con un brillo de diversión.

--Chistoso. Quiero cerveza, nada más.

La chica anoto y salió de su vista. Prefería que se hubiera quedado, porque el silencio se le estaba haciendo incomodo. Tal vez Taehyung estaba muy tranquilo, mirando para todos lados y analizando cosas que ni le interesaban. Ojalá fuera igual de fácil para Hoseok, pero este quería respuestas y ya.

--No lo soporto. —comenzó a hablar. Taehyung dirigió su mirada a él. --¿Quién eres y por qué me estas invitando un trago?

--Deberías agradecer que estoy invitando un trago gratis, pensé que te ofrecerías. —desvió la mirada como si realmente estuviera molesto.

--Ni en sueños. —exclamo Hoseok. —Pero deja de desviar el tema. Explícame quién eres.

--No desvió el tema, solo no te das cuenta de lo obvio.

La camarera trajo sus tragos y Hoseok pudo mejorar su respuesta ante eso.

--Lo obvio es que no quieres explicarme que está sucediendo, lo cual es frustrante porque estoy aquí y quiero una puta respuesta. —bebió un gran trago de cerveza e hizo una mueca.

Taehyung en cambio solo un sorbo y miro fijamente a Hoseok.

--Puedes irte, lo sabes. Me trajiste hasta aquí, lo cual agradezco y por tus molestias te daré un trago y dinero. Solo dame tu cuenta y se solucionara.

--No, quiero una explicación. —dijo Hoseok molesto. —Me hiciste escapar de la ley y ahora quiero una respuesta a mis dudas, no dinero.

Suspiro el contrario con verdadero cansancio.

--Bien. Para serte franco, no quiero contarte que está sucediendo porque no te debo explicaciones, apartando el hecho de que esto es serio y no puedo divulgarlo con un tipo que no sabe tomar cerveza.

Hoseok frunció el ceño.

--¿Y cómo se supone que se toma correctamente una cerveza? —sacudió la cabeza. —Olvídalo, realmente no me interesa eso y no quiero desviar más el tema. Cuéntame de una vez porque querías mi auto y porque estamos bebiendo juntos como si fuéramos amigos.

--No, para el dueño del bar, somos amantes. —tomo la mano de Hoseok y la sacudió. —Mi querido Hobi.

Saco la mano del contrario.

--No vuelvas a tocarme. —advirtió. —Y no me llames Hobi, es...-- se sonrojo porque en realidad sonaba bonito, pero no quería parecer más extraño de lo que era. —Como sea, tienes amigos raros.

Dos tontitos en fugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora