Cartas anónimas

¿Amor?¿De verdad se siente...así?

Solté un suspiro al quitarme las ajustadas zapatillas de punta después de dos horas de clase de ballet, frotando mis pies doloridos, aunque también ya estaban acostumbrados a ser así de "maltratados". Miré a mi amiga Miley, que estaba a mi lado y también se quitaba sus zapatillas de punta, agotada.

-¡Hoy la clase fue más cansadora de lo normal!¡Apenas puedo sentir mis pies! - dramatizó ella, haciendo como si se desmayara.

Me reí levemente, poniéndome y atando los cordones de mis zapatillas deportivas.

-¿Cómo vas a pasar el fin de semana, Mali?- me preguntó, mientras saludaba distraídamente a una compañera de nuestra clase antes de ponerse detrás de uno de los cambiadores para sacarse la remera.

-No lo sé, no tengo planes.-respondí, encogiéndome de hombros, mientras esperaba que terminara de cambiarse.

-¿No podríamos juntarnos, o algo?

-Sabes que debo preguntarle a mis padres, podría intentar, pero son demasiado estrictos...

-¡Ya tienes 17!¡Y apenas faltan unos meses para tus 18!¡No pueden seguir tratándote como si fueras una niña!-protestó, mientras volvía a aparecer ya cambiada, con una remera holgada rosa con un corazón negro en el centro que decía "Girl Power"

No dije nada, tan solo la miré como diciendo "ya sabes como son las cosas". Ella suspiró, negando con la cabeza.

-Sigue estando en pie lo de escaparnos de esta apestosa ciudad para ir a estudiar ballet a otro lugar, ¿No?

Sonreí levemente. No la consideraba "apestosa" a la ciudad donde vivíamos, pero era verdad que me desagradaba que fuera tan grande y terriblemente ruidosa. Ambas estábamos de acuerdo que era mejor vivir en un lugar mucho más tranquilo y pacífico, por lo que habíamos hecho esa pequeña promesa.

-Por supuesto que si, solo nosotras, dos amigas unidas...

-E inseparables.-finalizó ella.-Y solteras.-continuó, haciendo una pose cómica, como si estuviera modelando para una cámara invisible pero ridículamente mal.

Soltamos una larga carcajada, divertidas. 

-¡Pero si tú tienes novio!- protesté, riéndome.

-Bueno, soltera en el fondo de mi corazón.- respondió ella también riéndose.

De verdad disfrutaba mucho los momentos que pasaba con ella, y por más pequeños y simples que fueran, siempre lograba sacarme una sonrisa. Era mi única amiga...

-Bueno, ya me tengo que ir- le dije mientras me paraba, todavía riendo un poco.- Sabes que si no, mis padres van a matarme...

-Si si, tranquila, no quiero quedarme sin amiga.-bromeó.

Con una última sonrisa y terminando de saludar al resto de mis compañeras y profesora, salí del edificio, para sentir una fuerte corriente de viento en mi cara, logrando mover un poco mi ajustado rodete y obligándome a cerrar los ojos por un momento. Se notaba que se acercaba el invierno. Enseguida cubrí mi rostro con mi bufanda que había tejido a mano mi abuela y me puse mis auriculares, empezando a caminar entre la gente.

Abrí Spotify en mi celular y seleccioné la canción Electric love, de BØRNS:

Candy, she's sweet like candy in my veins

Baby, I'm dying for another taste...

Sonreí al escuchar esa melodía que disfrutaba tanto, y por lo bajo, empezé a cantar también: