Había llegado el día. Sana tenía sus nervios un poco a flote. Sabía bien que no debería estar ocultando la información a los demás, ni siquiera a Momo porque ella fue quein se arriesgó por aquellos archivos privados. Solo les había dicho al resto del grupo que la reunión fue una falsa alarma, que no encontró realmente nada, Tomó un respiro y se preparó para salir del baño.
Los cinco que sabían sobre la situación, estaban tranquilamente en la sala. Charlando entre sí, se dieron cuenta de la presencia de Sana, lo que daba a comenzar el drama al que estaban a punto de protagonizar.
Salieron de la casa de Seungmin, mientras que Sana se distraía un poco con el celular, viendo los mensajes que habían de muchos de sus amigos. Está sorprendentemente callada, como aquella vez que a Momo se le contó lo de la acusación homofóbica del detective Hirai hacia el grupo completo.
Los demás hablaban, la unían a la conversación, pero simplemente ella estaba distante y los demás la entendían.
Sana tenía un gran presentimiento. Ese dolor en el estómago y esos hormigueos por el cuerpo, haciéndola tener escalofríos involuntarios. Más que un gran, era un mal presentimiento.
No había estado durmiendo bien y le apetecía solo desaparecer de allí, para tal vez irse con Jihyo y recibir cariño por parte de ella.
Eran esos días donde solo quería sentirse cómoda, aunque en realidad no esté incómoda.
Era extraño, ella no lo entendía, pero quería entenderlo para solucionarlo. Quería entender el sentimiento para evitarlo. No le gustaba la sensación de sentirse fuera de sí, de no encajar en ese mundo.
No era por ser lesbiana, no era por no tener ganas de hablar, no era por sus ojeras. Era por solo una extraña y desconocida razón de su desastrosa e inexistente estabilidad mental.
Tal vez solo era eso, un desestabilizado estado mental.
En menos de un parpadeo estaban justo frente al edificio abandonado, viendo como se alzaba de una manera tétrica.
Se suponía que ese estaba en casi las afueras de la cuidad. Sana no sabe en qué momento tomaron el taxi y este los bajó justo en la dirección que Minho mostró. Simplemente la mente de Minatozaki no puede recordar cómo es que llegaron ahí tan rápido, solo puede pensar en los temblores de sus manos y en que no debería estar ahí.
No podía hacerse para atrás, guió a los demás por el edificio aún si ella no conocía aquel mismo. Podían escuchar los pasos de los demás mientras se adentraba con la linterna de sus celulares. Las ventanas apenas daban luz, y aparte de que eran como las seis de la tarde, ya estaba un atardecer.
— Me da miedo todo esto porque parece película de terror, y siempre el gay, la bonita o la zorra mueren primero, y yo soy las tres — por lo menos Yeji la divertía un poco con sus comentarios de broma, pero no era suficiente para quitar los nervios de Sana.
Se acercaron por un pasillo oscuro, iluminando con las linternas y viendo con curiosidad todo.
En realidad, si el asesino serial quisiera matarlos a ellos también, casi que podría hacerlo con facilidad. Ellos no pensaron mucho, siendo llevados por el impulso y la curiosidad.
Rosé los detuvo a todos, con un dedo en la altura de sus labios para hacerlos guardar silencio. En el ambiente silencioso, pudieron escuchar algunos ruidos un poco a lo lejos, como de unos constantes golpes repetidos.
— ¿Escuchan eso? — Rosé les preguntó para verificar que no sea solo su imaginación, y los demás asintieron después de unos segundos de escuchar esos golpeteos.
— ¿Deberíamos llamar a autoridades ya o mañana? — Yeji cuestionó, frunciendo el ceño mientras hacía una mueca al verlos tan calmados. Estaban en una posible escena del crimen, ¿en serio recorrerían más al escuchar esos ruidos?
ESTÁS LEYENDO
GRUPO LGBT+ ❄︎ DAHMO
FanfictionMomo siempre supo que le gustaba eso a lo que la sociedad llamaba, femenino; las faldas, el rosa pastel, los aretes bonitos, el cabello largo y cuidado, el maquillaje, los vestidos, y muchas cosas más. Pero, oh sorpresa, también le gustaban las muje...