Cap 20. Entender

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Damian había conocido muchas personas a lo largo de su joven vida, los demás pueden decir lo que quieran de su personalidad, a veces calmada a veces algo mas que imbécil, Jon decía que eso era parte del encanto de Damian, Damian pensaba que Jon era crédulo, aun asi, lo amaba por eso. Como tal, Damian había tenido todo el tiempo de su vida para observar a las personas, analizarlas, era casi tan divertido como encontrar sus debilidades, tales actividades estaban sin duda relacionadas con sus años como asesino infantil, cuando analizaba de niño a las niñeras que su madre tenía para él, de las cuales más de una terminaba sin vida, y de una que otra charla con Cass, su hermana le había dado mas de un consejo respecto al tema.

Analizar a su versión más joven había resultado ser mas confuso que divertido para el moreno, el niño era... vivas, en el mejor de los casos, de una forma que Damian no recordaba haber sido de niño, indómito y orgulloso con una resistencia casi primitiva a la autoridad, encerraba sus emociones y sentimientos tan celosamente que casi parecían cerradas hasta para el mismo, incluso en compañía de su mejor amigo.

Lo que muchos padres llamarían, niño problema.

Este niño problema estaba causando ahora, más problemas.

- ¡Robin! – reprendió Damian, Jon se había llevado a Jonny para patrullar en la tarde y el niño había venido animado, Dami no paro hasta hacer que Damian acordara llevarlo de vigilia esa misma noche, esa decisión le estaba dando un fuerte dolor de cabeza.

Dami ignoro la llamada del mayor y cargo con todo a derrotar varios esbirros del acertijo, uno diría que ese hombre se rendiría con sus casi 60 años, pero aun asi consigue de alguna forma seguir escapando del Asilo Arkhan, Bruce no podía detenerlo más allá de capturarlo cada vez que eso pasaba, matarlo no era una opción, como la gran mayoría de villanos de Batman, Acertijo tenia toda una mafia de sujetos con inteligencia cuestionable siguiéndolo, el tipo era asquerosamente inteligente y tenía en sus manos más fondos de lo que un cabría esperar de un lunático, pero pecaba de un orgullo casi intrínseco en cada uno de sus movimientos, por lo que no era una amenaza demasiado grande, asaltar un banco, crear disturbios, detener un tren, eran amenazas controladas que mantenían a la mafia tranquila con el Acertijo vivo, Damian entendía eso, entendía que el simple asesinato de una persona no solucionaría nada, y en todo caso, lo empeoraría, el sabia eso...

Era mas de lo que se podía decir de Dami.

El niño era letal de una forma casi aterradora, a sus 14 años, era una combinación algo precoz de un conjunto de habilidades de combate optimas para vencer a cualquier persona, aun asi, se movía de una forma salvaje y alegante al mismo tiempo, siempre indómito y sin miramientos para noquear a alguien o dejarlos incapacitados.

- Robin, vas a escucharme o te pondré en la banca – Robin resoplo irritado pero acato.

- De todas formas ya no hay más aquí – Damian tuvo que contar internamente para hallar paciencia donde no lo había, una docena de cuerpos inconscientes o retorciéndose de dolor rodeaban la fábrica, en serio, ¿Qué tenían los villanos de su padre con las alcantarillas y las fábricas abandonadas?

- No puedes ser tan impulsivo, se supone que estamos de encubierto – reprendió Damian.

- Si bueno, no parecía muy útil considerando que ninguno de estos bastardos – Damian lo fulmino con la mirada – Ugh, no intentes eso, es asqueroso, no eres mi padre – Damian bufo con molestia.

- No, pero soy tu jefe aquí, y mientras que diga, "no atacar", no atacas, ¿entiendes niño? – Damian había avanzado lo suficiente como para que la diferencia de alturas se notara, incluso si no era mas alto que Jon, Damian era hijo de su padre, los poco mas de 1'80 le servían bastante para intimidar a un niño menor de los 1'70. Dami no parecía impresionado.

De familias complicadas y un amor sencilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora