Cap 12. La cena

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Si le preguntaras a Damian cual es el acertijo mas grande del mundo, podrías pensar que el te respondería con algún viejo caso en la computadora de su padre, o alguna pregunta filosófica o matemática, lejos de eso, Damian tenia la certeza de que el acertijo mas complicado al que jamás se ah enfrentado es sin duda la mujer que tiene al frente ahora mismo.

- ¿Qué pasa habibi?, te vez algo pálido, ¿haz estado comiendo bien?, tu padre simplemente no sirve para criarte como te mereces – Talía hablo casualmente como si su presencia fuese de lo más normal en la casa.

- ¿Damian?, ¿Qué pasa amor? – Jon sostuvo la mano de su pareja suavemente con preocupación, no sabia quien era esta mujer, pero su instinto le decía que era peligrosa, siempre le hizo caso a su instinto.

- Oh, ¿este es el elegido?, ¿Qué puedo decirte?, esperaba algo un poco más –

- Madre – corto Damian, quien se recompuso hasta ahora - ¿a que debemos tu visita?, estoy seguro de que padre no envió la invitación – Jon consoló a Damian pasando una mano en su espalda, contacto que el moreno siempre agradecía, de una u otra forma, la presencia de Jon siempre lograba calmarlo, se sentía de alguna forma protegido, un sentimiento que le parecía desconcertante antes, y que ahora aceptaba y entendía mejor.

- Ciertamente mi amado no la envió, pero obtuve información interesante de mis fuentes acerca de un incidente reciente – ambos asumieron que se refería al ataque del Damian alterno – y que mejor momento para discutir que en esta cena familiar, la primera de ustedes dos tengo entendido – dijo con una suave sonrisa que ninguno de los dos encontró reconfortante.

- Tt – soltó Damian sin poder contenerse – pudiste haber llamado y eso.

- Sabes las tradiciones Habibi –

- Oh dios, no me hables de eso madre, creo que pasamos el punto de las "tradiciones" hace ya varios años – escupió el moreno con cierto veneno mal escondido.

- Es posible que asi sea, pero no hay nada de malo en recordarlas – respondió la asesina, un tinte melancólico se asomó en sus jades ojos, tan leve que casi parecía no estar allí.

- ¿Damian? – pregunto Jon viendo a su novio, no interfirió en la conversación de lo que ahora sabe que son madre e hijo, y a pesar de las obvias tensiones en la relacion, Jon había oído más de una vez a Damian hablar de su madre, era consciente de la complicada relacion que ellos compartían, nunca opino en absoluto , se limitó a escuchar a su novio, pero aun asi, era la madre de su pareja, como novio de Damian, le debía cierto respeto.

- Jonathan, esta es mi madre, Talía Al Gul, Cabeza de la liga de Asesinos – presento Damian, Jon abrió grande los ojos ante esa afirmación, y entendió de golpe porque la complicada relación de madre eh hijo, siendo su madre una asesina y su padre un héroe, no era muy extraño que ambos tuvieran esas tensiones, y Jon sabia perfectamente como funcionaba la liga, al fin y al cabo era un de los altos cargos de la liga de la justicia, tuvo un poco de conflicto a la hora de tratar a una asesina en masa y genocida pero pudo mantener un sonrisa amable algo tensa.

- Jonathan Kent, su hijo me ha hablado mucho de usted señora Al Gul – Jon beso la mano que Talía le extendió, se aseguro brevemente de que no portara veneno antes de hacerlo, ciertamente, no era tan ingenuo como para pensar que Talía no sabia quien era y la kriptonita no era tan difícil de acceder para organizaciones como la liga.

- He oído de ti querido, un placer – el tono amable no hizo mas que enervar los nervios de Damian, Jon simplemente sonrió cortésmente a su alago vacío.

- Chicos – la voz de Bruce hizo presencia en la escena con su característico tono frio – ya llegaron, pasen, faltan algunos por llegar pero estamos por sentarnos – Bruce se había hecho cargo de la casa desde que Alfred murió, ninguno de los hijos del multimillonario opino nada al respecto, tenían un acuerdo de turnarse para visitar al padre para ayudarlo en la casa, y para que no se sintiera tan solo, era bien sabido que Bruce tendía a soportar la soledad como solo el sabia hacerlo, pero eso no impidió que sus hijos puedan acompañarlo, después de todo, era su padre.

De familias complicadas y un amor sencilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora