Adoptada por... ¿5sos?

Capítulo 7

Otro día en la casa loca. Eran las ocho de la noche y Ashton decidió salir con su otro grupo de amigos.

—A veces me pregunto con quién la pasa mejor, si con ese grupo o con nosotros. Pero luego dejo de hacerlo porque me hace enojar —confiesa Luke.

Todos ignoramos su rara confesión y seguimos con nuestras cosas.

—Ashton se fue, hora de divertirnos —dice Calum.

—Oh cierto —vuelve a hablar y se acerca a Calum con unas bolsas de snacks. Prendieron la consola y se pusieron a jugar videojuegos.

—Entonces... cuando Ashton se va, ¿hacen eso para divertirse?

—Sí, ¿no es divertido? Podemos poner el volumen alto y escuchar los 200 insultos por minuto de este juego—pregunta Calum.

—Pero técnicamente es lo que hacen todos los días aunque Ashton esté aquí.

—Entonces, "reina de la diversión", ¿qué es lo que propones? —Luke se acerca a mí y sonríe.

—Pues... —Se me ocurrieron varias ideas de cómo podemos divertirnos. Recuerdo que Sanem me había dicho "la mejor manera de divertirse, es sacando nuestro niño interior" —he visto que tienen armas Nerfs por aquí, ¿qué tal si...

—Armamos un fuerte y hacemos equipos para atacar —acitó Calum emocionado.

—El perdedor deberá hacer las compras una semana.

—Luke no seas tan suave. Tendrá que hacer las compras lo que resta del mes.

Mike aparece y Luke se acerca a él.

—Harás equipo con Katherine para jugar con los Nerfs.

—¿Qué? —dijimos al mismo tiempo.

—No me molesten, por nada en el mundo jugaré con esa loca. Ni cuenten conmigo.

×××

—A la cuenta de tres, salimos a atacar —susurra él —Uno, dos... ¡tres!

Michael y yo salimos detrás del sofá y empezamos a disparar, Luke y Calum usaban los almohadones como escudos.

—Escóndete y ataca a Calum por detrás. Yo me encargo de Luke.

Asentí y fui a esconderme debajo de la mesa, esperé unos minutos y disparé los dardos en la espalda de Calum.

—¡Amigo! —dice Luke yendo hacia él.

—No me queda mucho tiempo —dice y le entrega su arma —ve y sé el héroe de la casa.

Calum fingió estar muerto pero al parecer Luke se lo tomó en serio. Empezó a disparar por todos lados y yo me reuní con Mike.

—Buen trabajo ahora vayamos por los costados, espera a mi señal.

Me puse detrás de la mesa y Mike en otro sofá, Luke se posicionó en el lugar exacto y ambos disparamos.

—Díganle a mi madre que ya no vuelva a confundir el azúcar con la sal a la hora de hacer papas fritas.

Y cayó.

—Buen trabajo —dice y chocamos los cinco.

—Ya, ustedes ganaron cinco veces seguidas ¿jugamos a otra cosa? —dice Calum.

—Tengo un juego divertido. Lo jugaba con los niños del orfanato.

—¿Cuál?

—El gallito ciego.

—¿Gallo qué? —dice Mike.

—El gallito ciego. Uno de ustedes tiene que taparse los ojos con una tela y tienen que intentar atrapar a uno y luego ese será el próximo.

—Mmm...suena divertido. Entonces tú serás la primera ya que fuiste la de la idea —Luke tomó una remera que estaba por ahí y con eso tapó mis ojos.

—Tienen que darme diez vueltas y alejarse. No vale esconderse.

Ellos me giraron y, al llegar a diez, se escucharon pasos alejarse. Empecé a caminar y lo único que se oía eran risas y cosas cayéndose, incluso me despeinaban cada vez que podían. Caí encima de los sofás, me choqué con la pared y la mesa, me di la frente contra algo pero logré atrapar a uno, Luke.

—Si no soy el primero, soy el segundo —dice Luke, me sacó la remera de los ojos y se lo ató.

×××

Quisimos seguir con el juego pero cuando le tocó a Calum, rompió un jarrón y decidimos dejarlo así.

—¿Qué sigue?

—¡Bolos! —propone Luke.

—Buena idea, podemos usar estas botellas como pinos —dije yendo a ellas.

—Me parece buena idea. Nosotros podemos hacer la bola de bolos con papel y cinta, ya saben... como en la secundaria.

—Bien, Mike.

Esperé diez minutos para que ellos lo armaran. Puse a las botellas un poco de peso para que no sea tan sencillo ya que eran de plástico. Cuando estaba todo listo, comenzamos a jugar.

—Ustedes dos serán equipo, yo estaré con Luke porque no le gusta estar con Mike. Discuten mucho.

—Bien.

×××

—¡Chooza! —dije al derribar todos los pinos.

—Okay, el juego terminó. Ustedes dos tienen en total... cien puntos y nosotros... Cincuenta y siete. Al parecer fui el único quien derribo todos los pinos ya que Lucrecio juega peor que mi hermana. Y eso que él dió la idea para jugar.

—¡Hey!...tienes razón.

—Mike y Katherine, hacen buen equipo. No sé por qué se la pasan peleando, estando junto son geniales.

—Es verdad —dice Mike dándome un empujón haciendo que caiga al sofá.