Capítulo 18

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Desperté de la siesta por el ruido proveniente de la cocina. Ashton me había dicho que ellos se irían al estudio

Miré la hora en mi teléfono, sólo dormí dos horas. No creo que ellos estén aquí.

Entonces, ¿quién es?

Escuché un ruido más fuerte que hizo que reaccionara por completo. Salí de mi cama y tomé un zapato para bajar a la sala.

Pisaba cuidadosamente las escaleras para no llamar la atención del intruso, quién sabe si está armado o no. Cuando pisé el último escalón, caminé en puntilla para dirigirme a la cocina, que es donde provenía el ruido.

Cuando estaba por entrar, una mujer salió de allí y ambas gritamos del susto.

-¿Quién es usted? -pregunté sosteniendo el zapato aún más fuerte.

-¿Que quién soy yo? La señora Winslow, querida.

Ahí recordé que Ashton me había dicho que ella vendría a cuidarme. Bajé la guardia y tiré el zapato a un lado.

-Lo siento yo...

-¿Me ayudarás a poner la mesa? Vamos que ya comenzará mi telenovela.

No me dió tiempo para reaccionar, así que sólo asentí y puse dos platos en la mesa. Minutos después ya estábamos ambas sentadas mirando la televisión.

-Lamento lo de antes... creí que había un intruso en casa -dije, para que no tuviera una mala impresión de mí.

-Está bien, me pasó la primera vez que conocí a Ashton. Lo chistoso es que ambos bajaron a defenderse con un zapato. Ojalá nunca les toque enfrentarse a un ladrón -dijo y comenzó a reir, haciéndome sentir un poco avergonzada.

Volví mi vista a la televisión y me di cuenta que ve el mismo programa que yo.

-¡No me diga! ¿Usted ve la telenovela de Aysun y Can?

-Claro que sí, adoro a Can.

-A veces tiene una personalidad muy molesta, pero no puedo evitar quererlo ¡es encantador! -dije sonriente, al fin encuentro una compañera de telenovelas turcas.

-¿Por qué Aysun está en el hospital? Ninguno de sus familiares está ahí, no vi el capítulo anterior -me pregunta.

-Porque Eylem quiso suicidarse tomando unas pastillas.

-¿Ellos se van a encontrar?

-Según en el adelanto sí. Can le va a dar su chaqueta a Aysun porque siente frío.

Ambas chillamos de la emoción y comenzamos a comer. El arroz con pollo que hizo sabe tan delicioso.

Mientras mirábamos atentamente la televisión, escuché el sonido de notificación de mi teléfono. Al leerlo, me dí cuenta que se trataba de Adam.

«Adam Smith: Buenas buenaaas, cómo estás? Mira tuve un pequeño problema NADA GRAVE, y necesito que me presten dinero»
«Adam Smith: Puedes puedes puedesss? Veinte dólares»
«Adam Smith: Te veré en la tienda de mascotas»

Qué niño impertinente.

-¿Sucede algo?

-N-no, no se preocupe -dije y apagué mi teléfono, ¿por qué le daría dinero? Aunque... recordé que Adam me ayudó a que nadie entrara al baño hoy luego de lo ocurrido. Quizás le deba una.

-¿Segura?

-La verdad... una amiga debe completar sus deberes y necesita algunas de mis tareas para hacerlo. Comeré todo y le llevaré las hojas que necesita.

Adoptada por... ¿5sos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora