Tamborileando sus dedos de forma insiste sobre la mesada de la cocina, Nakamoto Yuta sorbió de su café dejando salir un suspiro de manera estruendosa a medida que veía como las horas pasaban y la llamada que se supone debería recibir no llegaba.
A estas alturas ya nada le sorprendía, se suponía que Sicheng le llamaría hoy para hablar de como le estaba yendo en su estadía en china, pero al parecer nuevamente se había olvidado de su pareja, ni siquiera un mensaje había recibido al menos diciendo un:
"hola, ¿cómo estás?" "¿Estás bien?, te extraño" o "¿cómo va todo con lo del bebé?"
nada absolutamente nada de eso ni siquiera un simple "te amo"para por lo menos alegra los días del pobre alfa.
Tensado su mandíbula trono su cuello molesto soltando un gruñido de enfado, tomo su móvil apretándolo con fuerza entre sus manos y decidió marcar el número de su Omega, cómo era de esperarse nuevamente Yuta tendría que ser el que lo llame para saber cómo sigue todo por haya y si planea volver pronto. Exhala todo el aire de sus pulmones recargando su cuerpo en la mesada mientras escucha el irritable pitido del sonido de espera, a medida que pasa los segundos y sicheng no le contesta solo lo logra exaspera más hasta que finalmente consigue oír la inconfundible voz de su pareja.
— Hola... ¿Yuta? — su voz se escucha un poco ronca y adormilada por lo que seguro estaba durmiendo —¿Qué pasa?
— No lo sé tú dímelo, me dijiste que me ibas a llamar a esta hora para saber cómo estaba, pero por lo visto lo olvidaste — hablo de manera fría y cortante.
— Lo lamento sí... He estado muy ocupado cuidando de mi madre, podrías ser un poco comprensivo sabes — echo su cabeza hacia atrás frotándose los ojos con frustración liberando un suspiro violento.
— lo entiendo, lo siento — cerro sus ojos por un momento respirando profundamente para no volver a iniciar otra pelea con su pareja — ¿Estabas durmiendo? — pregunto cambiando el tema rápidamente.
— S-sí… Yo estuve despierto casi toda la noche cuidando de mi madre, pero por suerte no es nada grave— se escuchó unos ruidos extraños y como el sonido de la regadera se oía a lo lejos — Estoy por tomar una ducha y volveré de vuelta con ella. Por cierto ¿Qué tal va todo por haya?.
— Todo está yendo de maravilla— sin poder evitarlo una sonrisa adorno su rostro— La barriga de Taeyong ha comenzado a crecer, lo acompaño a todos sus citas con la obstetra y cada vez se puede ver mucho mejor a los bebés en la ecografía.— mordió su labio inferior recordando que tenía la foto de la ecografía de Tae junto a la prueba de embarazo.— Me hubiera gustado que estuvieras conmigo para poder presenciar ese momento y también para que veas lo mucho que están creciendo nuestros bebés.
—Si lo sé... Tal vez para la próxima, me puedes mostrar las fotografías cuando vuelva a casa, mamá ya se siente mejor así que capaz que este de regreso entre una semana — el alfa hizo una mueca de disgusto al percibir cómo su Omega siempre que le hablaba de los bebés buscaba la forma de evadir el tema, tal vez se debía a su condición... No es fácil para un Omega ser infértil, la mayoría se sienten inútiles al no poderle dar a su alfa descendientes.
— Está bien, te voy a estar esperando... Te amo — soltó esperando ese ansiado "Yo te amo más" que jamás llegó como respuesta.
— Ya debo cortar, nos vemos Yuta— sus labios se fruncieron en una línea recta y soltó una maldición una vez que la llamada fuera finalizada.
No importa lo mucho que lo intentará su relación con sicheng parecía ir en picada, últimamente estaba mucho más distante que antes y Yuta temía que se debiera a lo de los bebés, después de todo el japonés había arreglado todo y decidido sin el consentimiento de su Omega, en defensa de Yuta en ese momento solo pensaba en una manera de tratar de hacer sentir mejor a sicheng, pero nada de lo que hacía parecía surtir efecto y ahora su pareja parecía alejarse más y más de él.
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STILL WITH ME
Fiksi PenggemarNakamoto Yuta es un apuesto Alfa de 30 años, un adinerado CEO que es dueño y derige una gran empresa en el centro de seul . Lleva una vida perfecta al lado de su Omega y el amor de su adolescencia... Pero no todo es color de rosa en la vida de esté...