STILL WITH ME

Cap 8🌸

Hoy era un hermoso día, por lo que a Taeyong se le e ocurrido la idea de llevar a Joohyun al jardín del hospital, noto que su hermana se veía un poco molesta por permanecer todo el tiempo entre esa cuatro paredes rodeada de doctores que venían a monitoriarle, además de que ese jardín no era muy grande  contaba con un hermoso lugar cubierto de lindas flores, a Joohyun desde pequeña siempre le gustaba mucho las flores, le haría bien tomar un poco de aire y salir de tanto encierro.

Taeyong le ayudo a qué se sentará en su silla de ruedas y con suma delicadeza le guió hasta los jardines, apenas y vio las brillantes sonrisa de su hermana y cómo sus ojos se iluminaban al contemplar la variedad de coloridas y aromáticas flores, Taeyong supo que había sido una buena idea. Movió la silla de ruedas hasta abajo de un enorme y viejo árbol que sería el que le proporcionará sombra siendo el lugar perfecto para relajarse, Taeyong se sentó en el fresco césped asegurándose antes  que su hermana estuviera cómoda.

La pálida muchacha tomo una pequeña flor de color lila entre sus delicadas y delgadas manos para luego llevarlo hacia su rostro , aspiro el exquisito aroma que la bella flor le proporcionaba y lugo se la puso a Taeyong como adorno entre su cabello por sobre su oreja.

Taeyong sonrió enternecido, se acercó más a Joohyun y dejo que su cabeza descansará en el regazo de la mayor sintiendo en un par de segundos como los delegados dedos ajenos acariciaban sus hebras con suavidad trasmitiendole una tranquilidad inigualable. Momentos como estos eran los que a Taeyong le gustaba atesorar en su corazón, cada momento con su hermana era preciado para Taeyong, guardandolos en sus recuerdos como una de los mejores de su vida.

No sabía cuánto tiempo podría seguir compartiendo con su hermana, él estaba al tanto su enfermedad y sabía que tarde o temprano Joohyun se iría de su lado, por esa misma razón es que para Taeyong cada preciado momento que pasaba junto a su hermana eran especiales y su mayor tesoro.

La sola idea le aterraba con demasía , no podía imaginarse sus días sin Irene a su lado, desde pequeño tuvo que vivir con la idea de que su hermana se quedaría mucho tiempo a su lado y eso le había entristecido a tal punto de llegar a no querer continuar con su vida sin ella.

— has estado muy callado Tae, no es común en ti — hablo la Omega sin despegar su mirada del viejo libro de poesía que siempre cargaba con ella.— ¿En qué estás pensando? — Taeyong Arrugó su nariz con molestia cuando un pequeño rayo de luz se filtro por entre las ramas dándole directo en la cara.

—En nada... Solo en que tus caricias en mí cabello me hacen dormir — sonrió acomodándose en una posición en que el sol no le diera en el rostro. — esto me recuerda a cuando éramos niños y solías hacerlo para que yo pudiera dormir.

— eras un pequeño muy consentido, querías tener siempre toda mí atención— Joohyun soltó una risita revolviendole el cabello — aún sigues siendo mí pequeño Omega.

— noona... Ya no soy un niño— hizo un mojin inflando sus mejillas.

— tu siempre serás mí pequeño hermanito — murmuró apretando una de las mejillas de Tae—  ahora que te veo bien... Noto algo diferente en ti— se acercó a su rostro observándolo con detenimiento de arriba a abajo.

— D-diferente... ¿En qué sentido?— inquirió el Omega sintiéndose repentinamente ansioso por las siguientes palabras que diría su hermana.

— no sé cómo explicarlo, luces diferente... Cómo si algo cambiará en ti pero no sé cómo explicarlo.

— que tonterías estás diciendo noona, yo sigo siendo el mismo— río con nerviosismo.

— hablo en serio Tae... Tienes como una especie de brillo, tu piel se ve tan linda y suave, te ves mucho más jovial — la Omega llevo su índice a su mentón entrecerrando sus ojos — luces mucho más bonito, hasta tienes tu carita más luminosa y tus mejillas más regordetas — el aludido desvío su mirada sintiéndose entre la espada y la pared, pensó por un momento que su pequeña mentira sería descubierta.