Imagina | Christopher Sturniolo

Mi novio niñero

Dalila:

Era viernes por la noche y me encontraba sola en mi casa porque mis padres se habían ido de viaje por unas semanas.

Estaba en la cocina tomando agua cuando me llegó una llamada de Chris.

—Hola mi amor ¿Cómo estás?

Hola bebé, estoy bien y ¿Vos?—

—Me alegro, yo todo bien también.
   ¿Estás sola preciosa?

Sí, mis padres están de viaje—
y no sé cuándo vuelven.  

En eso escuché un ruido, corrí un poco la cortina de la ventana que estaba en la sala y vi que habían dos autos estacionados en diferentes esquinas.

—¿Pasa algo amor?

Hay dos autos misteriosos afuera—
y no sé quiénes podrán ser.  

—Ya estoy yendo para allá,
    no tardaré mucho. No quiero
    que duermas sola hoy ¿Sí?

Okey—

—¿Hay movimiento?

No, solo están los autos parados—
con las luces encendidas,  
pero no bajó nadie.  

—Bueno de todas formas encerrarte en tu habitación y no salgas hasta que llegue.

Está bien ¿Te dejo la puerta—
de la entrada abierta?   

—Cerrá todo menos el ventanal
    de tu habitación.

Bien—

—Tu principe ya va en camino.

......

 

Chris en ningún momento me cortó la llamada, pero de repente me quedé sin señal y se cortó. Lo volví a llamar pero no respondió, en eso escuché un sonido pero cuando quise acordar Chris estaba en mi habitación.

—Uff me asustaste bebé.

—Perdón linda, no quise hacerlo pero ¿Estás bien? —me agarró del mentón levemente para verificar que estuviera bien—

—Sí, ahora estoy mucho mejor porque estás conmigo ¿Aún seguían los autos ahí afuera?

—Cuando llegué se estaban yendo.

—Que alivio, por un momento pensé que ya era mi fin.

—Ay no digas eso, yo aún te necesito a mi lado.

—Siga viva por vos Chris.

—Te amo linda ¿Tenés sueño?

—Sí, estoy muerta de sueño.

—Bueno, vamos a la cama entonces.

Chris y yo nos cambiamos para poder dormir más cómodos, nos acostamos y él verificó de que estuviéramos bien tapados.

—¿Estás bien tapada mi amor?

—Sí bebé, gracias. —me acosté en el pecho de Chris mientras él acariciaba mi cuerpo—

—Que descanses mi hermosa reina te amo.

—Que descanses bebé, yo también te amo muchísimo.