Fiebre

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Chris:

Me levanté temprano para poder hacerle el desayuno a Dali por su cumpleaños. Ayer me había encargado de comprarle todo para que sea un desayuno en la cama como se debe.

Desde que me levanté anduve con un poco de dolor de cabeza, pero lo manejé bien, cuando terminé con todo subí a la habitación y ella ya estaba despierta.

-Feliz cumpleaños mi amor.

-Aww ¿Eso es para mí?

-Sí, le hice para mi única chica especial.

-Que lindo detalle bebé, muchas gracias. -abracé a Chris y lo sentí algo acalorado- ¿Seguro que estás bien amor? Te siento muy acalorado.

-Debe ser por el budín que saqué del horno.

Me inquieté un poco, pero si no demostraba muecas de dolor y fatiga, solo quedaba creerle.

Me tomé el tiempo de tomar el desayuno que me había preparado pero él no tocó su taza de té y noté que estaba pálido.

-Bebé ¿No tendrás fiebre?

-No no, estoy bien cariño. -terminé de darle mi último sorbo al té e inmediatamente busqué el termómetro-.

Cuando regresé le tomé la temperatura y esperé un ratito hasta que el termómetro marcaba casi cuarenta de fiebre.

-Cielo, estás muy caliente. -toqué su frente y su cuerpo-

-Siempre estoy caliente. -respondió con sarcasmo-

-Chris esto es serio.

-Bebé es tu cumpleaños, no te preocupes por mí. Yo estoy bien en serio.

-¿Quieres que pasa el resto del día preocupada por tu salud? No gracias. Es más prefiero cuidarte, cuando te mejores podremos festejar.

-¿Pasarías todo el día acostada conmigo?

-Si es necesario sí.

...

Hice que Chris se acostara en la cama, mientras iba a dejar las cosas abajo y de paso traer un paño frío y agua para que le baje un poco la temperatura.

-Tomá un poco de agua mi amor. -él obedeció y después se volvió a acostar-

-Antes de que me pongas el paño ¿Puedo tenerte como almohada? Sabes que me haces sentir más cómodo y mejor.

-Obvio mi amor.

Me acosté boca arriba para que Chris se acostara encima de mí, dejando su cabeza de costado pero apoyandola en mi pecho, por último le puse el paño frío.

-Perdón por arruinar tu día especial.

-No hay problema amor, me encanta cuidarte.

-Gracias por ser muy atenta conmigo, te amo mi princesa hermosa.

-Siempre estaré para cuando me necesites y yo te amo mucho más bebito.


Imagina | Christopher SturnioloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora