Bōifurendo [Poliamor]

Bōifurendo ; 39

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Esa semana había sido la más dura para Eijiro. Entre los exámenes teóricos y las prácticas de evaluación acabó agotado, tendido en su cama. Estaba por alzarles bandera blanca a sus novios, y es que ahora no solo tenía a un tutor gruñón que cada que se equivocaba le golpeaba con una historieta enrollada, ahora se sumaban otros dos chicos con igual o menos paciencia que Bakugou, con quienes ya no les gustaba estudiar pues se consideraba un idiota entre grandes y brillantes mentes.

Lo único que tenía para jactarse era su alto nivel de inglés aprendido por una de sus madres al igual que el español del cual todavía estaba practicando.

De igual manera lo agobiaba la idea de ver a sus amigos todos los días, todo el tiempo, y no ser capaz de acercarse con normalidad a ellos; siendo apartado por sus novios y por su propia inseguridad de ser juzgado como una abominación por los demás. Así que no habían tenido contacto desde el incidente de hace días, y sabía que el peliverde estaba estancado en la misma situación que él con su amiga Uraraka.

Unos toques a su puerta le captaron la atención, con desgane giro su cabeza esperando que Midoriya, Bakugou o inclusive Todoroki ingresaran como de costumbre.

— Abre pelos de mierda — la voz rasposa del rubio no le sorprendió, siempre acudía a ayudarle a estudiar a pesar del cansancio que producía ser tutor de un cabeza hueca como él

Abrió la puerta visualizando a su novio sin libros en mano y con los brazos cruzados, símbolo de desgane, desinterés y enojo; no entendió porque su actitud al principio, no lo había hecho esperar demasiado tiempo para recibir un ceño pronunciadamente fruncido y que siquiera le dirigiera la mirada.

Entendió su rostro colérico a punto de estallar al ver a sus tres amigos detrás de Bakugou.

— ¿Podemos pasar? — preguntó dudosa Mina al ver la expresión de Kirishima

El pelirrojo se hizo a un lado dejando que todos pasaran a su desordenada habitación, siempre que regresaba de la escuela quedaba lo suficiente agotado para recoger el desorden de su cuarto, no se había tomado la molestia de acomodar un poco tras la llegada de su novio, a pesar de saber que éste era un maniaco del orden.

Y supuso bien que Katsuki se pondría a limpiar un poco antes de decir cualquier cosa, llevando al cesto la ropa tirada en el suelo, limpiando la cama y cerrando los cajones a medio abrir de la cómoda.

— ¿Qué tienen que decirnos? — dijo una vez el rubio luego de recoger un poco el chiquero en el que dormía Kirishima, como solía llamarlo

— Queríamos pedirles una disculpa, a los dos — empezó la peli rosa alentando a sus dos amigos a hablar también, pero a Kaminari se le había anudado la garganta de solo ver los ojos puntiagudos de Bakugou tornarse aún más puntiagudos, cual gato asechando en la noche

— Continúen

— No estuvo bien como reaccionamos el otro día, ambos son nuestros amigos y debimos respetar su privacidad y esperar que ustedes dijeran por su cuenta lo que estaba pasando

— Solo nos sentimos un poco heridos porque no tuvieron la confianza de contarnos acerca de su relación de cuatro, y creo que esa desconfianza es nuestra culpa

— Solo queríamos que supieran que los apoyamos en todo, y que, por favor, puedan perdonarnos — Mina y Sero hicieron una leve inclinación después de sus palabras, esperando que con ello fuera suficiente para obtener el perdón de sus amigos

Sin embargo, no se esperaban que su amigo rubio se arrodillara y pegara su frente al suelo.

— ¡Perdónenos por favor! — sollozaba a moco tendido

— Este idiota si sabe de disculpas

— Levántate Kaminari — a diferencia de su novio que se burlaba en su lugar, Eijiro ayudó al chico a incorporarse recibiendo un fuerte abrazo de éste

— Lo siento mucho Kirishima, no era mi intención gritarles, ellos me obligaron

— ¡Denki! — reprochó la chica uniéndose al abrazo — Te extrañamos Ei, volvamos a ser los amigos de siempre

— Extraño burlarnos de la estupidez de Kaminari juntos — el azabache también se había unido al abrazo, quedando Bakugou como espectador de la empalagosa escena

— Me dan asco

— También te extrañamos a ti, gremlin — un sorpresivo agarre a su brazo lo atrajo a los demás quienes lo centraron en medio del abrazo, mientras el rubio forcejeaba por la incómoda cercanía

— Suéltenme malditos — después de un tiempo en el que no se pudo deshacer de aquellos inútiles que tenía por amigos se rindió dejándose a manos de ellos — Los odio

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¿Adivinen quien esta a punto de entrar a la escuela y probablemente no actualice en aprox. 3 meses? JAJAJA