Bōifurendo [Poliamor]

Bōifurendo ; 45

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Se suponía que debía seguir las instrucciones de sus dos novios, se suponía que ellos eran los que más conocían al bicolor, se suponía que ya sus sentimientos debían estar aclarados.

Entonces porqué llevaba todo el día envuelto en planes estúpidos donde no pasaba más que él quedando ridiculizado ante Todoroki y algunos extras.

Después del décimo intento fallido, se hartó, aunque debería haberlo estado desde el primero cuando supo que su dignidad se marcharía como polvo en el viento.

Estaba en un rincón de los vestidores quitándose el traje después de un arduo entrenamiento, escuchando las palabrerías que se lanzaban pelirrojo y peliverde sin parar, quedando fuera de la conversación pues solo entre nerds psicóticos se entendían.

— Basta de esta mierda, lo haré a mi modo — soltó guardando sus cosas en su bolso y marchándose dejando a los dos chicos con las palabras en la garganta

— Espera Blasty, ¡No!

No le importaron las advertencias de sus novios cuando cerró la puerta, buscando con la vista la inconfundible cabellera de Todoroki, y cuando la vio no dudó en ir tras él apartando a cualquiera que se atravesase por el camino.

— ¡Todoroki! — el chico se quitó los auriculares, volteando confundido de escuchar su nombre provenir de una voz grave y rasposa como la de Bakugou

— ¿Qué pasa?

— Tu y yo, hay que entrenar por la noche

— ¿No es algún intento de asesinato?

— Claro que no pequeña mierda, solo que he visto como manejas el cuerpo a cuerpo y no se me haría mal darte algunas lecciones — un sonrojo apareció en sus mejillas, cosa que intentó ocultar con una pequeña broma y un golpecito en el hombro — Digo, para que al menos alcances a tocar al pelos de mierda

— Eijiro es muy bueno y muy fuerte, no creo llegar a compararme con él

— El quirk de él implica más enfrentamientos cuerpo a cuerpo, por eso es bueno, pero imagina si tu fueras igual de bueno, junto a tus peculiaridades serías imparable — los pequeños roces que le daba al más alto, provocaban pequeños espasmos en éste — Como sea, nos vemos en la noche Todo-tonto

Se despidió dejando un casto beso en la mejilla de Shoto quien de inmediato un potente sonrojo le invadió por completo y soltando un chillido agudo se hizo bolita en el suelo sosteniendo su cabeza entre sus manos. No creía lo que acababa de pasar, ¿A caso era una ilusión provocada por la peculiaridad de la chica rubia con la que hizo pasantías en primer año?

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— ¡¿Qué lo invitaste a qué?!

— A entrenar, por la noche — respondió sin mucho interés a la vez que se cambiaba para ir a su entrenamiento nocturno que había programado — No es la gran cosa

— No le vayas a explotar la cara

— ¡Que no soy así maldito pelo de mierda! — dijo arrojándole una de sus botas — Ya me voy idiotas, deséenme suerte

— Oh claro que la necesitarás, te voy a rezar un padre nuestro y cinco aves marías a ver y si con eso la virgencita te deja siquiera una rosa

— Ya fue mucha tele para ti, cariño — le acarició la parte en el que cayó la bota dejándole una zona rojiza que estaba seguro se convertiría en un moretón mañana

El rubio llegó al lugar acordado con diez minutos de anticipación, quedando sorprendido al encontrar a Todoroki ya en el lugar cortando el césped a sus pies.