Bōifurendo [Poliamor]

Bōifurendo ; 53

⚠Advertencia⚠

Este capítulo contiene lenguaje subido de tono.

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El mes había pasado relativamente normal para la pareja poliamorosa, tomando cada nueva aventura que se les presentara. Y Kirishima tenía planes para ese día.

— ¡Es el helado más gigante que he visto en la historia! Si nos lo acabamos todo antes de que el tiempo termine será gratis, y además estaremos en el muro de la fama — explicaba Eijiro con lujo de detalle hacia Shoto

El pelirrojo se encaminaba con entusiasmo hacia la habitación de su rubio vecino, donde sabía que encontraría a Midoriya pues se los había topado con anterioridad, ambos agarrados de las manos, lanzando de vez en cuando risitas traviesas y pudo ver una pequeña bolsa que traía Bakugou en la mano.

— ¿Y cómo estas tan seguro que nosotros conseguiremos acabarnos ese mega helado?

Cuestionó el bicolor al investigar de lo que trataba aquel reto que a su novio tanto le apuraba asistir.

— Eso es fácil mi querido Shoto — se detuvo en seco delante de la puerta que pertenecía a Katsuki — Deduzco que por tu quirk eres el más apto para soportar bajas temperaturas, por lo que tardará un tiempo en que se te congele el cerebro; segundo, he visto a Midoriya cuando tiene hambre, y créeme, ni se fija en lo que tiene en frente a la hora de comer

— ¿Y Bakugou?

Unos pequeños toques fueron a parar a la puerta del susodicho.

— El simple sentido de la victoria es lo que lo impulsa

— Me parece un buen plan, pero ¿Estás seguro que tu podrás soportarlo? No quiero que tu cerebro se congele

— No te preocupes por mí, amor — a Todoroki le encantaba que sus novios le llamasen de aquella manera — Ya fui con los chicos una vez, no lo logramos, pero yo comí casi la mitad

— Increíble — tocaron nuevamente, sin obtener respuesta

— Esto es raro, juro que los vi yendo hacia acá

— Tal vez estén en la habitación de Izuku

Otra oleada de toques, pero más desesperados, Kirishima quería estar seguro de que nadie se encontraba en la habitación. Luego de unos minutos se dio cuenta que el pestillo no estaba puesto y tenía la libertad de entrar y dar un vistazo rápido, solo para asegurarse.

Tomó el pomo con tal nerviosismo que aseguraba la puerta empezó a temblar con él, temiendo porque Bakugou se enterara que estaba irrumpiendo en su cuarto sin invitación, peor aún, que Bakugou se encontrara al otro lado y se diera cuenta que era un maldito fisgón sin modales. Pues sabía lo fanático que era su novio con la privacidad y era celoso con la suya.

Abrió lentamente la puerta imaginando un sinfín de escenarios de su muerte a manos de Katsuki por su osadía en invadir su cuarto.

Pero sin duda, aquella situación no se la hubiera imaginado por nada. Izuku y Katsuki en la cama, sin ropa, pegados como perros en celo; los sonoros gemidos del pecoso salieron a la luz una vez la puerta fue abierta, misma que fue cerrada de un portazo desconcertando a la apasionada pareja que estaba absorta de la situación.

— ¿Qué pasó Kirishima? — suerte que Todoroki se había quedado unos metros alejado de la escena, estaba casi seguro que el chico no sabía de aquel tema y no quería ser él quien le diera "la charla"

— Dijeron que están ocupados, será para otro día

— Pero en la página de la heladería dice que hoy es el último día del reto

— ¡¿Qué?! — le arrebató el celular de las manos leyendo una y otra vez el gran texto en la foto

— Si, al parecer ya se han enviado varios al hospital por querer cumplirlo a toda costa, gente loca

— ¡Dejen de hacer sus cochinadas y vámonos! — golpeó de nuevo la puerta

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Al final no fueron a la heladería, en cambio, estaban ambos sentados en un extremo de la mesa con Midoriya y Bakugou en el lado contrario, sumergidos en un desesperante silencio que fue roto por Shoto que no entendía la seriedad que le daban sus novios al asunto.

— No entiendo, es solo helado

— No es por el helado, Sho-chan

— ¿Entonces qué es?

— Creo que ya es momento que hablemos de estos temas, después de todo somos pareja y situaciones como estas tienden a darse — Midoriya intentaba hablar pacíficamente, a pesar de que por dentro se estaba muriendo de la vergüenza y no creía capaz de verle la cara a sus dos novios después de ser pillado de aquella manera

— ¿Algún problema pelos de mierda? — preguntó al ver la expresión de inconformidad en el chico

— ¿Por qué en los dormitorios? ¿Qué hubiera pasado si en mi lugar hubiera sido otra persona?

— Eso fue un desliz, te juro que siempre hemos cerrado la puerta con pestillo

— O sea que ya lo han hecho varias veces

— No hay nada de malo en echar un polvo de vez en cuando, idiota, no es como si estuviéramos matando a alguien

— ¡Pero lo hacen en la academia! ¡Donde estudiamos! ¡¿No pueden tener poquita decencia e irse a un motel?!

A Izuku se le enrojecieron las mejillas, no sabía que Eijiro se vería tan afectado por la noticia.

— ¡Yo dormí en esa cama! — apuntó — Y ahora de solo imaginar que pude estar durmiendo encima de sus fluidos me dan ganas de

Empezó a simular vómito a la vez que caminaba por la habitación, el peli verde estaba como un tomate, Bakugou estaba molesto por lo estúpidamente dramático que podía llegar a ser el pelirrojo y Todoroki seguía sin entender nada.

— ¿Y qué si tenemos sexo en la academia, maldito virgen? — el rubio ya harto del teatro que estaba armando Kirishima, decidió enfrentarlo tomándolo por el cuello de la camisa

— Pues al menos yo tendría la moral y los huevos de ir a coger a un puto hotel — respondió de igual forma

— ¡Oh! Ya entendí

— No te preocupes Ei-chan, las habitaciones están equipadas para que sean insonoras

— El problema no es que los atrapen, es que esto está mal

— ¿En qué sentido está mal? Solo somos unos jóvenes hormonales liberando nuestros deseos carnales

— Para mí que está celoso — soltó Shoto provocando un sonrojo en Eijiro

— ¿Qué carajos dices, hombre?

— ¿Es eso, Shima? Porque a la próxima puedo ir a tu cuarto y divertirnos un rato — una sonrisa coqueta se formó en los labios de Bakugou — O si quieres ahora mismo mientras estos dos nos ven, creo que te gustó la idea

Señaló viendo el bulto en los pantalones del contrario.

— ¡Estás enfermo! — salió del cuarto dando un portazo, dejando a los otros tres

— Pronto se le caerá esa mascara de niño bueno — dijo Katsuki recogiendo su camisa del suelo — Es solo cuestión de tiempo para que pase al lado oscuro

— Que la fuerza nos acompañe 

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