¡Me importa un caraj...!
Tener los pies descalzos mientras camino mi propio sendero, a pesar de que me crean loca y termine sucia, magullada y herida.
¡Me importa un caraj...!
Ser intensa y amar de la forma que lo hago, tener sexo de mil maneras, gritar de placer, sudar, sofocarme ante tu cuerpo y en su momento ser más diabla que ángel, sin pensar en el que dirán.
¡Me importa un caraj...!
Ser tan atrevida ante la vida y que me dé igual subir que bajar la montaña más alta, lo mismo en bicicleta, que desnuda o prendida a tu sexo sin pensar en que será del mañana.
¡Me importa un caraj...!
Que no tengo el cuerpo de las ya saben quiénes, que mis senos traen su propio ritmo y van (por doquier) y ni se diga de las estrías, de mi piel que ya no es veinteañera, pero aun así, me siento y soy mucha mujer.
¡Me importa un caraj...!
Que solamente escucho la música que me gusta, me llama la atención o me transmite algo, que bailo rock and roll como loca, que soy fan de BON JOVI y aunque sea viejito me encanta y para nada me gusta el reguetón, que disfruto más de la salsa y me gusta más mojarme bajo un buen aguacero, que bañarme en la playa más cara del mundo, ¿qué por qué soy tan directa?, porque voy al grano y no me ando por las ramas y si no te gusta, pues como dice el buen cubano, coge tu camino y al pan, pan y al vino, vino. Lo que piensen:
¡Me importa un caraj...!
Mi felicidad no depende de lo que crean de mí o si para el mundo estoy cuerda o no, depende de mi independencia sobre mis actos, depende de mi intelecto, de mi sinceridad, honestidad ante la propia vida, de lo que soy y seré siempre, sin cambios, amante de todo, querida por nadie.
¿Y sabes qué?
¡Me importa un caraj...!
Porque soy quien quiero ser, libre de pensamiento y amante de la vida.
