Me perdería queriendo besar cada rincón de tu universo, queriendo contemplar toda la hermosura de tu cuerpo terrenal y hacerte mío con cada roce, con el toque de nuestras ansias.
Me perdería una vez más queriendo dibujar con mis dedos cada palabra romántica dicha por mis labios sobre tu cálida piel, sobre tu cintura, tu hombría, sumergiéndome rozagante y ansiosa sobre tu entera alma, domándote, poseyendo y sometiendo todos tus sentidos y pensamientos, haciéndote desbordar de pasión y sacando de ti tus deseos más impuros.
Ven, desnúdate ante mí y logra que mi alma se deleite y embelese con tu dureza, al punto de hipnotizarme y dejarme sin palabras.
Ven o no vez que enferma estoy de nostalgia, añorando y queriendo volver a sentir el camino hecho por tus besos, besos que me hicieron perder la razón, sentir delirante, anhelante y temblorosa ante la calidez de tu aliento sobre mi abierta e hinchada flor.
Ven y rocíame con la lluvia fresca de tus ansias sobre mi dulce y fresca carne de mujer enamorada, demostrando todo tu amor, toda tu pasión.
Ven, agarra fuerte mis senos y desestabiliza mi mente con tus locas caricias, besa y recorre mi espalda con la suavidad de tu boca y hazme llegar a subir a mi cielo y vagar por tu infierno.
Sométeme
Penetrame
Habitame
Muérdeme y castiga mi alma con tus fuertes embestidas, ven, mojemos y llenemos una vez más de lujuriosa pasión nuestras sábanas blancas, sin horas, sin prisas, sin arrepentimiento.
Ven, perdamos la calma.
