UNHOLY MC#1 (Borrador)

Capítulo 13: Habilidades y tratos

"La destreza va de la mano con la belleza, así que mírame como inclino la balanza a mi favor"

Mi fin de semana pasó rápido en compañía de Nasti y Bett con quién me estuve mensajeando todo el día. Era una buena amiga y hasta ahora la que más me había durado.

Rob no se había puesto en contacto conmigo como esperaba, pero deseaba que pudiéramos encontrar una solución pronto.

Demyan no me había buscado tampoco lo cual era un milagro ya que en realidad no me había estado sintiendo muy bien. Me sentía muy débil a pesar de no hacer nada, pero no era solo eso. Había veces en las que no me sentía motivada para seguir. Es como si quisiera acostarme en mi cama y esperar el final de mi historia.

Había dejado de hacer mis rutinas de ejercicio y estaba perdiendo mi nueva condición, la cual, era reciente puesto qué toda mi vida había estado atrás de un monitor. Solo en el último año habia decidido acondicionar mi cuerpo para largos maratones.

Nunca fui a uno porque mis hermanas no me lo permitieron pero fuera estado genial si alguna vez asistiera a alguno.

—Llegamos a la farmacia, señorita— dice Pasha.

Salgo de mis pensamientos cuando veo que estamos en la farmacia grande que le pedí que me trajera después de que me recogiera del trabajo. El viaje había transcurrido en silencio después de que le contará a Pasha como me había ido hoy y él solo escuchará y me mirara esperando a que termine.

Bajé de la camioneta  y observo como Pasha estaba por bajarse también.

—Puedes darme un poco de privacidad, por favor. Compraré cosas de chicas—le pedí mientras él volvía a subir y yo entraba al lugar.

Había investigado el lugar previamente al asistir para saber si tenían mi medicamento y si contaban con internet.
Recorrí los estantes buscando lo que vine a comprar mientras me conectaba al internet con mi teléfono. Reviso que haya modificado correctamente las aplicaciones que Demyan había instalado para que no apareciera mi verdadera huella digital y así poder meterme a revisar las finanzas de la empresa y de los Petrov con la app que hace años había creado.

Pobres no eran por lo que los nueve millones novecientos mil que les debo no creo que les afecte mucho si escapo sin pagarlos. Al fin y al cabo fue culpa de Andrey que haya sido tanto.

Me detengo cuando miro un cargo de cincuenta mil dolares, pero se va hasta abajo en el historial. Sigo el movimiento hasta que veo más cargos constante en el flujo de sus cuentas desde hace meses. Son pequeños si tomamos en cuenta que los cincuenta mil solo son centavos para ellos pero si los sumamos sería como más de un millón de dólares a la semana.

¿Los Petrov se gastan eso o algo más pasa aquí?

—¿Puedo ayudarla señora? —me pregunta una mujer pelinegra, de seguro, al verme parada en medio del pasillo con mi celular.

—Sí, estoy buscando unas pastillas —le digo sacando la última receta médica que tenía y le entrego el último frasco vacío para que lo vea.

—Las pastillas las tenemos en el mostrador — me dice guiandome al mostrador —. ¿Cuantos frascos necesita?

—Deme cuatro, por favor — le contesto. Siempre compro de más porque es mejor estar preparada para cualquier cosa, aunque a veces se me pasen las pastillas. Voy por unos tampones y también los dejo en el mostrador.
Toma los cuatro frascos y saco algo de efectivo para pagar todo. En lo que espero para que registre todo, borro mis aplicaciones por ahora.

Salgo con mi compra y escondo mis pastillas en mi bolsa de mano. Dejando los tampones a la vista.
Necesito mi computadora, en el celular no puedo hacer mucho.