Capítulo 17

153 11 2
                                    

Narra Javiera 

Después de la ducha decidimos que realmente teníamos que aclarar muchas cosas, ambas sabíamos que todo se solucionaría si lográramos ordenar nuestras ideas. Flavia ofreció prestarme algo de ropa mientras que la mía terminaba de secarse. 

– Escoge lo que quieras– abrió las puertas de su closet 

– Con una camiseta y unos pantalones estoy bien, solo será un rato 

– ¿Segura?– asentí algunas veces y la vi rebuscar entre sus cosas– creo que esto te va a ir bien– me paso una camiseta sin mangas negra y unos shorts de lycra también en negro 

– Si, esta bien esto– tomé las prendas 

– Espera, te voy a pasar unas bragas y un sostén 

Cuando terminé de cambiarme salí del baño, Flavia me esperaba sentada en la cama, tenía un vestido azul con algunos estampados de hojas. 

– Te queda muy bien esa ropa 

– Gracias por prestarmela– camine hasta quedar cerca de ella– creo que tenemos que hablar 

– También lo creo, bajemos para estar más cómodas 

Bajamos las escaleras, Flavia me indicó que saliéramos al patio, caminábamos despacio por todo el lugar, estábamos tranquilas, respirando calma. 

– Al poco tiempo de que me fui a Italia mi madre enfermó, ella siempre quiso verme casada y fue fácil, Dante era hijo de un amigo de ellos así que fue fácil para nosotros. Mi padre organizó todo en poco tiempo y nos casamos. 

– Supe lo de tu madre, Emiliano me iba contando algunas cosas, pero cuando supe que te ibas a casar le pedí que dejara de hablar de ti 

– Yo estaba muy asustada, no quería casarme, mucho menos con él, solo quería poder volver a Chile y estar contigo, necesitaba aunque sea abrazarte una vez más

– Bueno, estoy aquí linda– acaricie su mejilla y sonreí, la atraje a mí para abrazarla, puse mis manos en su espalda baja y sentí las suyas en mi cintura. 

La sentí relajarse en mis brazos, se sentía segura conmigo, la vida había sido dura con ella, de alguna forma había sido dura con las dos, nuestros caminos se habían separado cuando éramos muy chicas, no sabíamos todo lo que íbamos a afrontar antes de volver a encontrarnos. 

– ¿Qué fue lo que pasó con tu mamá? 

– Uff– avancé algunos pasos– fue en una de las salidas de la academia, estaba un mes dentro y un mes fuera, llegué a la casa de mi madre, todo estaba tranquilo y cuando entré supe lo que había pasado, ella estaba en el piso de la cocina, no tenía pulso 

– Lo siento 

– Si fue difícil, pero Emiliano estuvo conmigo, se volvió mi amigo 

– Supe mucho de ti, Emiliano me contaba todo. Me hacía bien saber que tu vida seguía adelante 

– No podía frenarme, después de la muerte de mi mamá me centré en mis estudios aún más, ayudaría a las mujeres que pasaban por lo mismo que ella 

Las dos nos quedamos calladas unos cuantos segundos, mientras seguíamos caminando por el patio. 

– ¿Cuándo empezó Dante a…? 

– Hace unos dos años, tuvimos una cena en casa de Tere, había tomado un poco de más y no recuerdo bien qué fue lo que dije, creo que fue algo sobre Miranda… ahí fue el primer golpe– cerró los ojos unos segundos– siempre supe que quería evitar que algo así pasara, pero estoy tan acostumbrada a ese estilo de vida que solo lo deje pasar, una y otra vez 

– No tienes porque, estoy contigo y no pienso dejarte 

– ¿Te quedarías conmigo? 

– Claro que sí– tomé una de sus manos logrando que frenará

– Miri sabe que estás aquí 

– ¿Qué? 

– Lo sabe y dijo que está bien 

– ¿Tú hija sabe lo que hubo entre nosotras?

– No, sabe que te conozco pero no creo que ni siquiera imaginé nada de lo que pasa 

– Oh, no lo creas… Miranda sabe mucho más de lo que tu crees 

– ¿Llegaremos a algo más? 

– No lo sé– sonreí mientras la miraba– Tal vez algún día lo descubramos

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.--.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

En cuanto llegué a la brigada Gonzalo me hizo señas de que la siguiera a su oficina, sabía que seguramente Maira había hablado con él. Dejé mis cosas en mi oficina y caminé hasta la suya, él estaba detrás de su escritorio y yo me quedé parada junto a la puerta. 

– ¿Se puede saber dónde dormiste anoche? 

– ¿Perdón?, que yo sepa tú no eres mi pareja, no te debo explicaciones 

– Pero tu pareja también es mi amiga 

– Mira las cosas entre Maira y yo las resolvemos entre nosotras

– Javi… 

– No. Lo que ella me hizo no tiene justificación 

– Pero pueden resolverlo 

– ¿Y qué hubieras hecho tú si Patty te engañaba? 

– Es distinto 

– ¿Por qué están casados?, se supone que la fidelidad tiene que estar en una relación sin importar el tiempo 

– Pero… 

– Gonza, tu no sabes lo que se siente, pierdes todo lo que crees sentir– avancé algunos pasos 

– ¿Dónde te quedaste anoche? 

– Con una amiga que me aguanto toda la lloradera 

– Cuando tu amiga ya no quiera aguantar tu lloradera puedes ir a la casa

– Iré a un hotel unos días, necesito un momento de todo 

– ¿Y qué va a pasar con la Maira? 

– La verdad, no se y hoy no me importa

– Javi 

– Déjalo. 

No se si es amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora