Capítulo 10

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Narra Flavia 

Necesitaba hablar con Emiliano, él era el único que había mantenido contacto con Javiera los últimos 25 años, necesitaba que me ayudara a acercarme a ella, teníamos muchas cosas de las que hablar cara a cara todavía. 

– Puedes hablar tranquila, ni Bianca, ni las niñitas  están 

– No se que hacer, no creí que la volvería a ver 

– Pero siempre lo quisiste 

– Milito…

– Todavía tienes ese collar– señaló mi cuello– ella también lo lleva puesto 

– Emiliano las cosas no son tan fáciles, no es lo mismo que hace 25 años 

– Lo se Flavia, créeme que yo estuve con ella 

– ¿Aún no entiendo como terminaste siendo su amigo? 

– Porque estuve con ella y la apoye, hay mucho que no sabes sobre Javiera 

– Lo se, pero sigue siendo ella– me paré del sillón y empecé a dar vueltas– sigue siendo la misma Javiera de la que me enamore años atrás, sigue siendo a quien debo proteger y yo… ya no se que hacer, quiero acercarme a ella, hablar, pedirle perdón por todo 

– ¿Estás segura?, no sería bueno que alguna salga lastimada– ¿estoy segura de esto?

– Sigo amandola

– Puedo ayudarte a que hablen, pero no esperes una buena reacción de ella 

– ¿A que te refieres? 

Emiliano se quedó en silencio por unos cuantos segundos, ya estaba poniéndome nerviosa. 

– Emiliano, ¿qué pasa? 

– Javiera esta en una relación desde hace algunos años 

– ¿Está en pareja? 

– Si, ella es… – antes de que pudiera decir algo más se escuchó un golpe en la puerta- ¿esperas a alguien? 

– Es tu casa Emiliano 

– Cierto, abre tu hermanita– negué algunas veces mientras lo veía acomodarse en el sillón y caminé hasta la puerta. 

Cuando abrí se me escapo una ligera sonrisa al verla, Javiera estaba parada del otro lado de la puerta. Se veía cansada, las ojeras estaban empezando a marcarse en un tono morado, fruncí los labios al verla y ella solo cerró los ojos mientras acomodaba su pelo hacia un lado. 

– Señora Betancourt, necesito hablar con su hermano

– Claro– vi que otro policía se acercaba a la puerta– esperen aquí por favor– Javiera se limitó a asentir y camine hasta la sala– Emiliano te buscan 

– ¿Quien?– se levantó del sillón y me siguió hasta la entrada– ¿Javi? 

– Emiliano…

– Pasen, vengan– se hizo a un lado dejándolos entrar 

Javiera avanzó algunos pasos con ese tipo siguiéndola, su paso era decidido pero yo podía notar que ella estaba nerviosa, la conocía perfectamente, aun sigue siendo ella. Pasé cerca de ella y agarré su brazo, tanto ella como Emiliano me miraron confundidos. 

– Inspectora, ¿quiere que les sirva algo para tomar? 

– No, gracias señora Betancourt– deje caer mi mano hasta la suya y roce nuestros dedos. Su cuerpo estaba frío, sabía que estaba muy nerviosa por la forma en que tensaba su mandíbula y jugaba con sus manos. 

– Señor Betancourt, necesitamos que nos acompañe a la brigada, hubo un bache en su declaración 

– ¿Un bache? 

– Alguien declaró en su contra y necesitamos investigar, tiene que acompañarnos a la brigada 

– Ya les conté todo lo que se, todo lo que pasó 

– Y lo sé, pero tenemos que investigar esto– Javiera avanzó algunos pasos quedando frente a Emiliano– confía en mí, es por protocolo esto 

– Esta bien– se levantó del sillón– los acompaño 

– Gracias 

– Confío en ti Javiera, así que estoy poniendo todo en juego 

– Lo se 

Emiliano tomó su campera antes de salir siguiendo al policía que acompañaba a Javiera, antes de que ella se fuera tomé su brazo frenandola. 

– ¿Qué pasa? 

– Respira– hice que ella girara así quedaba frente a mi– estas nerviosa, tienes que respirar 

– ¿Cómo lo sabes? 

– Sigues siendo la misma Javiera Cáceres que conocí hace años, tus manos tiemblan y están frías– ella miró nuestras manos unos segundos– Necesitas respirar 

– Gracias, necesitaba esto– tomó aire profundamente antes de soltar el agarre de mis manos– debo irme 

– Necesito hablar contigo por favor 

– Flavia… 

– Por favor, hay mucho que hablar

Ella se quedó en completo silencio solo mirándome, alce mi vista a sus ojos, estaban cristalizado, retenía las lágrimas y se veía el dolor que tenían, había dolor en ella. Avance un paso logrando que ella solo retrocediera. 

– Tengo que irme, hablamos en otro momento 

– Prometelo 

– Ya no creo en las promesas, permiso– se alejó y vi que salía de la casa, me acerqué a la puerta 

– ¿Irán a la brigada? 

– Si– me dio una rápida mirada antes de subir al auto 

Tome mi celular y llame a Teresa necesitaba que ella supiera que se habían llevado a Emiliano para hacerle un nuevo interrogatorio. 

*Llamada* 

– Flavia, ¿que pasa? 

– Tere, se llevaron a Emiliano a la brigada 

– ¿Qué? 

– Vinieron a buscarlo para un nuevo interrogatorio, encontraron algo 

– Voy para la brigada 

– También salgo para allá

*Fin de la llamda* 

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N/A: Buenas, como están?, nuevo capítulo, espero lo disfruten

No se si es amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora